Supongo que lo primero que tengo que decir de El temor de un hombre sabio es que es el libro que con más ilusión he esperado de los últimos años, confiando y deseando que fuera, exactamente, lo que ha sido.
No digo con esto que se trate de una obra perfecta, tiene algunos defectos más o menos claros, pero sí digo que me encanta, y la verdad, no sé decir por qué. Sí que existen multitud de razones que explican el por qué me gusta mucho, pero ese salto de calidad de “gustar mucho” a “encantar” tendré que dejarlo en un intangible de subjetividad.
He dicho que tiene algunos problemas. El primero es evidente, pero mucho menos de lo aparente: es un mamotreto de 1.200 páginas que pasa de largo del kilo, con lo que no es el libro más cómodo de leer. Pese a su extensión, mucha gente dirá que no cuenta nada, que se podría haber quedado en la tercera parte. Yo no estoy para nada de acuerdo, pero sí creo que fruto del éxito mundial de El nombre del viento ha ocurrido un curioso efecto. Supongo que el autor tuvo que realizar para la primera parte de la Crónica del Asesino de Reyes un enorme esfuerzo de síntesis. Por si no lo sabéis, la trilogía ya está escrita y ocupa varios miles de páginas. Lo que Rothfuss hace ahora es revisarla y reescribirla entera. Supongo que con la primera parte tuvo que reducir bastante para que resultara más comercial, pero como ésta fue un bestseller, no habrá tenido tanta presión para la segunda. Así, con el ceño fruncido reconozco que probablemente podría haber contado lo mismo, igual de bien, en 300 páginas menos. Pero con una sonrisa, como lector egoísta que soy, cuanto más me den de lo que me gusta más me dura y más disfruto, qué le voy a hacer.
Mayor de bloguedad
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Rescepto Indablog cumple hoy dieciocho años. Ya es mayor de bloguedad… y se
le nota. No en el sentido de maduro y responsable. Los años de blog son
como lo...
Hace 3 días