Era yo apenas un chaval cuando conocí la obra de Tim Powers. Entré por las Puertas de Anubis, navegué En costas Extrañas. Hice Cena en el palacio de la discordia. Y quedé fascinado para siempre. Me dejaba empapar por todo lo que me llegaba de este autor, que es de hecho una de las razones que me animaron a juntar palabras. Y de repente, en el 2003, se cortó el grifo con Declara. Él seguía escribiendo, pero no nos llegaba nada. Cero. Incluso escribí a su editorial española preguntando por publicaciones futuras, sin respuesta. Y, de repente, hace unos meses, aparecieron de golpe Ocúltame entre las tumbas y este Tiempo de sembrar piedras. Qué puedo decir sino aleluya. Los dos a la estantería y a leerlos con calma no vayan a pasar otros 12 años hasta poder leerlo de nuevo
Tiempo de sembrar piedras es una colección de 6 relatos del autor de Buffalo de apenas 200 páginas. En ellos se aprecian algunas de las habituales obsesiones de Powers: la reescritura de la historia para que quede tal y como se conoce, pero retorcida por unas tenazas fantásticas, la creación y la inspiración, los escritores, la poesía, los viajes temporales, y por encima de todo, unas ideas de fondo muy originales que por momentos alcanzan la brillantez.
Técnicamente se trata de unos relatos de gran corrección, si bien destacarán más por el contenido que por el continente. Respecto a las novelas, gustarán a sus habituales seguidores, en especial a aquellos que opinaban que en sus últimas publicaciones en españolas iban pasadas de páginas. También a quienes creían que sus primeras novelas iban pasadas, pero de ritmo, pues el formato de relato le obliga a una mayor contención tanto en uno como en otro sentido. En definitiva: Powers controla el cuento sin problema alguno, lo que me hace preguntarme por qué no se ha prodigado mucho más en él.
Echemos un vistazo ahora a estos estupendos relatos uno a uno:
Conan el Cimmerio: El pueblo del Círculo Negro
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Conan o un supermodelo de los '90.
*«Es milagroso que hayáis podido cruzar la niebla y salir vivos de la
alfombra de Yimsha, pero aquí se acaban los mil...
Hace 1 día