Hace tres años llegó a mis manos envuelta por exaltadas recomendaciones la novela El Atlas de las Nubes, de David Mitchell. Cuando la leí no solo me gustó, sino que la recibí con el mismo entusiasmo con que se me entregaba. Es más: su lectura (historia, estilo singular), dejó una pátina en mi memoria que me ha hecho recordarla con deleite desde entonces en multitud de ocasiones, considerándola como una de las mejores lecturas que he realizado en la última década. Por supuesto, tal sensación me ha hecho regresar al autor para comprobar cómo de perdurable es su talento, en esta ocasión con su opera prima, Escritos Fantasma (1999).
Escritos Fantasma supone un debut excelente para Mitchell, sorprendentemente maduro para ser su primer libro, muy bien escrito, trabajado, original e interesante, que viene a apuntar la confirmación que llegaría poco después con El Atlas de las Nubes. Como en este, el libro viene separado en capítulos largos e independientes que cuentan historias separadas. Como en este, tales historias quedan sutilmente entrelazadas: con una llamada telefónica entre una y otra, con el envío de un paquete, cuando un personaje secundario de una realiza una aparición sorpresiva en otra, al descubrir que un protagonista deja reminiscencias de su presencia en la siguiente narración (o varias más allá, o incluso interconectando los dos libros mencionados). Estos matices se entretejen con habilidad, otorgándole a un conjunto ya de por sí bueno considerable valor añadido, que no hace sino enriquecerlo hasta convertirlo en una obra con entidad propia suficiente.
No obstante, por las citadas similitudes con la siguiente novela de Mitchell, profundizar en la comparación resulta inevitable. Escritos fantasma (Ghostwritten en inglés, referenciando a las obras de escritores fantasma, aquí conocidos como “negros literarios”), apunta con gran destreza a lo que se conseguirá con maestría con El Atlas de las Nubes, pero no es tan redondo como este. No indico con ello que sea un mero esbozo, ni mucho menos, aunque seguramente encante a los lectores de este, o que busquen algo parecido, pues similar es, pero insisto, también se trata de una obra con entidad propia.
Costas salvajes: la noche tiene colmillos
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*«Pero ¿de qué sirve un buen hombre en un mundo lleno de monstruos?».*
Que *Ram V *es uno de los guionistas de cómics actuales a seguir y tener en
cue...
Hace 2 días