Llega un momento en la vida de un hombre en el que tiene que tomar demasiadas decisiones en un corto periodo de tiempo, decisiones que le afectarán para siempre, y que aunque puedan tener marcha atrás, ya supondrán una inversión de las fuerzas de uno mismo, del dinero, tiempo y paciencia, que las hacen por completo críticas. Si estudiar o qué estudiar, en qué trabajar, donde vivir, si comprarse casa o alquilarla, si vivir sólo, en pareja, casado, si tener hijos… Lo peor de las decisiones importantes de la vida es que hay que tomarlas antes de tener los datos suficientes como para saber lo que uno está eligiendo.
Crítica de Ponyo en el acantilado
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Con el paso de los años, para mí, el verano se ha convertido en una época
más y más melancólica. Estos meses, más allá del calor insoportable, me
habl...
Hace 19 horas