Desde hace tiempo inmemorial (ya va para el cuarto de siglo, con alguna intermitencia), la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (AEFCFT) trata de dar visibilidad y promoción a los nuevos autores de estos géneros a través de la antología Visiones. Ya os hablé de la edición del Visiones 2012 (exitoso porque contuvo relatos nominados a los premios Ignotus), para la que tuve la fortuna de ser seleccionado. Y he tenido la suerte de que el escritor y seleccionador Joaquín Revuelta me haya estimado digno de aparecer de nuevo en este Visiones 2014 de temática next minute (futuro cercano), del que hoy os voy a hablar. Gracias desde aquí tanto al antólogo como a la AEFCFT por la inclusión de mi Güijas cuánticas y bufandas del Atleti.
Pero lo mejor en una antología como esta, con cada cuento hijo de su padre y de su madre, es comentarlos uno a uno:
- Chico problemático (Magín Méndez Sanguos): visión distópica de un futuro en el que ser diferente en costumbres, estética o artísticamente, acarrea la exclusión. Aun con todo, se presentan atisbos de esperanza.
- Diminutos (Javier Urquiza López): mediante el interesante formato de mostrar solo una de las voces en un diálogo a dos, en un tono descriptivo cercano al reproche, conoceremos la última época de una humanidad condenada a la extinción.
- Duna (Ricardo Cortés Pape): caótica narración ubicada en un Madrid también caótico y casi apocalíptico. Tercera distopía de tres.
- El Gran Hotel Catalonian (Miguel Ángel Chamizo Jódar): Inicialmente parece una historia de las que acabarán planteando uno de los más clásicos paradigmas de la ciencia ficción, pero a partir de una inflexión de gran fuerza visual se producirá una interesante vuelta de tuerca. Buen relato, aunque el final parece algo abrupto.
- El penúltimo día (Vicent Sala Enguix): Interesante especulación sobre un futuro muy próximo al borde del colapso que hace referencia a muchos temas calientes de la actualidad y a sus posibles evoluciones. Uno de los relatos más “next minute” de la antología.
- El Proyecto Acuatecnia (Néstor Bardisa García): Relato clásicamente cyberpunk. Metal, plomo, inventos, espionaje industrial, mercenarios… Escrito para entretener.
- Fecha de caducidad (Anaid Pérez Mendoza): Especulación bien narrada acerca de la relación de responsabilidad entre el científico y sus desarrollos. Relato notable dentro de la colección.
- Gastronomía española (Francis Novoa): Divertida sátira (y bastante gore) sobre cómo solucionar el actual exceso de parados y jubilados. Destacan unos diálogos naturales dentro de la historia disparatada.
- Güijas cuánticas y bufandas del Atleti (Pedro López Manzano): Sencilla historia de ambiente cotidiano en la que trato de entretener y, si se da el caso, arrancar una sonrisa, con los efectos colaterales de un invento bastante curioso para dentro de unas décadas, cuando lo dejamos en la misma habitación que algunas de las pasiones humanas más intensas.
- Hijos de Coubertin (Antonio y Juan González Mesa): Original y buen relato que mueve a una reflexión sobre los límites del deporte, y en definitiva hacia todas las modificaciones externas realizables sobre el hombre más allá de lo razonable y lo verídico.
- HOAX (Javier Fernández Bilbao): Buen relato epistolar que entra en detalles sobre una solución considerablemente específica (y secreta), válida para un futuro poco optimista.
- Hotel Sahara (Juan Jesús Botí Hernández): Historia de extraño desarrollo menos clásico de lo que aparenta, sugerente escenario (el homónimo hotel) y desenlace de gran potencia visual.
- Jugar un juego (Sandra Monteverde Ghuisolfi): Buen relato contado en un tono que recuerda vagamente al Bradbury melancólico sobre el bullying y el escapismo de quien lo sufre.
- La mole (Carlos Romero): Relato negro cyberpunk en el que un periodista se mete en un cenagal social y corporativo, quizá más grande de lo que pueda abarcar.
- Los pocos minutos que nos quedan (Sergio Gaut vel Hartman): Aunque el autor no es precisamente un desconocido a promocionar, se agradece la selección del relato por su calidad y cierto desenfado.
- Mi padre (Marco Antonio Marcos Fernández): Uno de los relatos destacados de la antología, escrito con medida sencillez para ser leído en clave orwelliana.
- Muñeca (Alejandro María Valiente Lourtau): Historia de las de varias vueltas de tuerca, sobre las pasiones humanas y sus consecuencias, basada en una buena idea.
- Proyecto Planeta (Pedro Antonio Moscatel Gómez): Muy buena narración omnisciente y coral en la que el estilo cuidado brilla más que una historia, también buena.
- Sabemos lo que te gusta (Aitor Solar Azcona): Buena historia que aprovecha una estupenda idea con reminiscencias a las narraciones cortas de P. K. Dick, y este es un cumplido difícilmente mejorable.
- Tú tienes que estar conmigo (Alfonso José Gijón Morales): Relato corto y weird (con tintes de terror y fantástico retorcido) en el cual la estructura tiene importancia dentro de la historia.
- La maldición del premio Di Biasio Agresti Salottolo Illiano de Scisciolo (Michele Piccolino): Excelente relato en el que la vida de un docente se tuerce al ser seleccionado como presidente del jurado de un premio. Juega con altas dosis de humor, con el ocultismo más clásico y con la metaficción de haber presentado ese mismo relato a un premio (es autor invitado; se trata del XX premio italiano Rill). Todo un acierto.
En definitiva, una antología algo irregular para quien busque la excelencia, pero la mejor para aquellos que sientan curiosidad por saber qué es lo que se está cociendo por quienes no andamos tan rodados en la ciencia ficción hoy día, y con unos cuantos relatos notables. Y por 9€. Como punto negativo, he de señalar la deficiente maquetación, con un tamaño de letra ínfimo y una contraportada ilegible, detalles que la AEFCFT ya sabe debe corregir en sucesivas convocatorias.
A título personal, espero divertir a algún lector con mi güija. Si os hago pasarlo la mitad de bien que yo escribiéndolo, me puedo dar por satisfecho.
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Hace 2 días
4 comentarios:
Soy Magín, te diré que mi relato preferido de la antología es el de las bufandas del ...
;)
La iniciativa de la AEFCFT es encomiable. Pero lo que yo me pregunto siempre es: ¿cuánta gente lee los Visiones? Gente no involucrada, me refiero :-|
Saludos,
Entro
Muchísimas gracias Magín, y más viniendo de un colega. Espero que coincidamos muchas veces más.
Entro, esta cuestión que planteas me parece enormemente interesante, y siempre me la he preguntado, ya no solo sobre el Visiones sino sobre todas mis publicaciones, que son también en medios considerablemente limitados. Y ni siquiera llego a consenso conmigo mismo sobre si quiero conocer la respuesta, porque ¿quién lee estas antologías de escasa difusión? ¿Los autores, sus amigos más cercanos y cuatro gatos más del mundillo? Es más: los autores y sus amigos, ¿leen al resto de participantes? Porque alguno de mis amigos que ha comprado ocasionalmente una de mis antologías me ha dado la impresión de que tan solo ha leído mi relato.
Dejémoslo en unos puntos suspensivos, que ya nos fichará Penguin House...
Gracias a los dos por pasaros y comentar.
Saludos.
Muy cierto. Conozco a un editor que decía que, sólo con que comprara un ejemplar cada persona que se presenta sus convocatorias, saldría de los números rojos.
Y otro factor derivado es que, precisamente como estas antologías (no hablo sólo de los Visiones, sino en general) sólo suelen llegar a los muy devotos del género, los relatos que intentan romper esquemas no suelen tener éxito, porque el lector espera lo clásico. No sé si Penguin nos haría mucho caso, pero al final el mejor camino es reunir tu propia antología o mejor aún tu novela, y buscar editorial por la ruta tradicional.
Como siempre, un placer charlar contigo.
Saludos,
Entro
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