El fotón despistado golpeó frontalmente a un electrón fuera de onda, que aprovechó para saltar furtivo hasta una molécula de hidrógeno y oxígeno, necesitada de un empujoncito para convertirse en agua. Fue la única que restaba para que destellara el ápice de brillo en los ojos de él, que inflamó por fin la tan perseguida chispa en ella, traducida primero en una fresca sonrisa y más tarde en otras acciones menos fugaces.
2 comentarios:
Muy bueno. "...otras acciones menos fugaces" me parece impecable.
Gracias por pasar por mis Bastardillas.
un saludo.
Gracias a ti Juan Pablo, por pasarte por aquí, por comentar, y por tus Bastardillas, que bien merecen la pena.
Saludos.
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