lunes, 30 de diciembre de 2013

RESEÑA: Hijos de la Medianoche, de Salman Rushdie

Hay novelas que se supone que son tan buenas que cuesta realizar una aproximación a ellas sin que a uno se le pase por la cabeza un “¿y si no me gusta tanto?”. Escogiendo ejemplos dispares y no relacionados: La Odiseame deleitó  con locura, pero El guardián entre el centeno, reconociendo su mérito, me dejó frío. El libro de la selva es maravilloso, pero La montaña mágica, aún disfrutando enormemente de alguno de sus pasajes, se me hizo pesado. Es el problema, ya no de las altas, sino de las altísimas expectativas. Pues bien: Hijos de la Medianoche de Salman Rushdie tiene la etiqueta de una de las mejores novelas del siglo XX. Yo no sé si merece tan extrema calificación, pero desde luego la cuento entre las mejores que he leído en mi vida; eso si puedo decirlo.



Ya desde su rutilante primera página, Rushdie hace gala de un casi ilimitado elenco de habilidades literarias, porque que quede claro: estamos ante un escritor monumental, que domina la palabra escrita con maestría; sus textos son dignos de pararse a releer y embelesarse con ellos y la forma en que construye metáforas –la propia novela lo es-, deja pasmado. No obstante, por grandilocuentes que suenen mis palabras, no quiero causar una impresión equivocada. Hijos de la Medianoche es un libro técnicamente impresionante, alambicado y con muchas capas por encima y por debajo de la que estemos leyendo en cada momento, pero también sorprendentemente asequible, lo que lo hace más meritorio, si esto es posible.

La novela ha sido con frecuencia comparada con Cien años de soledad y su estilo encuadrado dentro del realismo mágico. Quizá algunos puristas afirmen que este género es solo cosa de Gabo y compañía, pero el hecho es que el británico nacido en Bombay (como Kipling) dota a su novela de algunos elementos siempre asociados al realismo mágico, como la frecuente metanarración, la continua presencia de elementos fantásticos poco o nada explicados pero tratados con naturalidad, con el realismo que indica su propio nombre, o la ruptura de los tiempos que aquí es llevada con habilidad malabarística hasta su máxima expresión. Es decir, aunque la narración sea a priori lineal, una autobiografía y por tanto en primera persona, se nos anticipan acontecimientos continuamente en la voz del narrador indicando futuros éxitos, desastres y todo tipo de clímax, sin que ello conlleve en absoluto desvelar los numerosos hitos del brillante argumento, de igual manera que ecos de sucesos ya ocurridos vuelven a nosotros con frecuencia, con buenas dosis de humor inteligente, mencionado sea. Así, a posteriori resulta difícil considerar esta historia con la linealidad de un camino, sino más bien como un paseo por el bosque en el que en cada momento oímos tanto los ecos de gritos de sorpresa emitidos en las partes que ya hemos recorrido como los de las que nos quedan por andar, por lo que sabremos que poco más adelante alzaremos la voz, pero resultará difícil imaginar el porqué.

martes, 17 de diciembre de 2013

RESEÑA: Visiones 2012

Mediante la antología Visiones, la AEFCFT (Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror) trata de dar a conocer a algunos de los nuevos valores de estos géneros con una selección de sus relatos. La colección lleva publicándose desde 1992, con algún que otro parón, y por ella han pasado algunos de los mejores escritores de las últimas décadas. Tras un par de años de descanso, en este 2012 ha vuelto a realizarse, en esta ocasión, además, con la mejor portada que le recuerdo:



Esta vez, además, la celebración es doble, pues no solo regresa una antología imprescindible, sino que mi relato El Señor de los Anillos a través de los tiempos ha sido incluido en la selección de Los Verdhugos (mil gracias por ello). Como siempre intento hacer con las antologías, dedicaré unas líneas a cada uno de los relatos que la componen, pero ya adelanto que todas las historias me han gustado, y aunque algunas tocan cuestiones similares, siempre lo hacen desde diferente óptica, por lo que no hay dos relatos iguales, ni parecidos. Por no hablar de que incluso son de diferentes géneros. Pero mejor me dejo de generalismos. Ahora, la selección:

- El aeropuerto del fin del mundo, de Tamara Romero: relato en que, ante la inmediatez del fin del mundo, se nos llevará a un aeropuerto en el cual presentarnos unas inolvidables escenas surrealistas con gran fuerza.
- Mejoría de la muerte, de Weldon Penderton: con reminiscencias del caso del señor Valdemar, contemplaremos con intensidad una situación familiar desagradable por el poco habitual manejo de la cercanía de la muerte de uno de sus miembros.
- Alma compartida, de Óscar Muñoz Caneiro: una buena narración en la que, con el muy actual trasfondo de estos tiempos de crisis y eres, conoceremos la surrealista relación entre el honrado portero de un edificio y su entorno. Muy original.
- La voz de la razón, de Aitor Solar Azcona: historia de terror clásica que juega con la doble explicación de unos acontecimientos: ¿razones del resultado de un experimento científicas o sobrenaturales?
- La sonrisa de Mickey Mouse, de Manuel Moreno Bellosillo: en este relato la Disney realizará una demanda sin precedentes; una buena idea para el relato con un desarrollo lleno de morbosa naturalidad.

martes, 10 de diciembre de 2013

MICRORRELATO: No hay quinto malo

Hoy es un día de angustia para los Cinco de Liverpool. Tras la virulenta explosión de odio justificados por los despidos en masa de las fábricas de la ciudad, los miles de desahuciados han considerado al grupo anarcosindicalista como la chispa de pasión que inflamaba los ánimos del resto de luchadores por los derechos y la libertad, o terroristas, que dirían los otros. Pero a Paul, Ringo, George y Crispy se les han llenado las tripas de escarabajos cuando John les ha comunicado su irrevocable decisión de dejar la banda, debido a la necesidad de atender sus responsabilidades familiares. “¿Y qué hay de las responsabilidades con todos tus seguidores?”, dice el quinto miembro. Tras acalorado debate, logra convencerle de que continúe. Nadie compone detonadores y dinamita como él; resulta imprescindible.

En un universo paralelo cuya conexión con el nuestro se antoja a la par tan insalvable como inefable, John Lennon en realidad se dedica a la música, componiendo canciones sobre la vida y el amor, pero a fin de cuentas sigue intentando dejar en la estacada a Paul, Ringo y George afirmando con relamida expresión: “mi familia es el pilar de mi vida, sin ellos me siento nada”, cuando le recriminan por llevar su pareja al estudio. Entonces John anuncia su cambio de aires, ningún quinto miembro abre el pico ni le convence de que se quede.

sábado, 30 de noviembre de 2013

RESEÑA: Danza de Tinieblas, de Eduardo Vaquerizo

Felipe II muere accidentalmente en el apogeo de su reinado, pero en lugar de sucederle Felipe III (lo que en la realidad, grosso modo, supuso la primera pedalada de un larguísimo cuesta abajo y sin frenos para España), tras un cruento conflicto lo hace el bastardo Juan de Austria, victorioso y lleno de gloria tras Lepanto. Esta circunstancia y muchas otras (entre las que destacaría la no adhesión fanática al catolicismo o la permanencia de los judíos en la península), permitirán un desarrollo de los acontecimientos en el que bien entrado el siglo XX nadie en el mundo le tose al imperio español, y esa es la ucronía desde la que parte Danza de Tinieblas, de Eduardo Vaquerizo.


La acción transcurrirá en un 1927 alternativo, en el que de la mano de Joannes Salamanca, soldado curtido y duro, no especialmente brillante, pero con notable instinto de supervivencia, iremos conociendo la propuesta para este otro mundo decididamente steampunk que realiza Vaquerizo, llena de autocoches que funcionan con hulla y reminiscencias evocadoras a una época pasada estirada hasta los hechos, que parecen ubicar la acción más próxima al siglo de oro que en este ucrónico XX. El color con el que se pinta la historia es uno de los grandes logros de la novela, no cabe ninguna duda. Pero si la historia fuera solo color, agotaría los ojos a las 50 páginas, y no es el caso de esta danza.

domingo, 24 de noviembre de 2013

MiNatura 131: Ray Bradbury

Muchas son ya las colaboraciones que he tenido el placer de tener con miNatura, la revista de lo breve y lo fantástico, en la que entre otras cosas, se pueden encontrar estupendos microrrelatos de hasta 25 líneas. No podía dejar de hacerlo en este número bajo ningún concepto, pues está dedicado a un escritor maravilloso, y así se lo parece a todos los que hemos jugado alguna vez a esto de la ciencia ficción: Ray Bradbury (Crónicas Marcianas, Fahrenheit 451, El hombre ilustrado...).



En este caso colaboro con el microrrelato El árbol del ahorcado (The hanged man tree), homenaje nada velado a El hombre ilustrado. La revista podéis encontrarla en formato pdf, como siempre de forma gratuita, tanto en su versión en castellano como en inglés. Para ver el índice que refiere al resto de interesantes contenidos, podéis hacerlo aquí.

jueves, 14 de noviembre de 2013

MICRORRELATO: Últimas conveniencias

Soy el último hombre sobre la tierra, solo que sin enemigos que observar tras una ventana ahumada, pasado que me recuerde que hubo una vida mejor, ni perro mestizo y feúcho que me haga compañía.

¿Qué me queda entonces? No lo sé. Nada, supongo, excepto este mar inmenso de agua que no moja, donde ni siquiera puedo bañarme, sobre el que andar el camino de un viaje eterno que no lleva a ningún puerto. No obstante, no siento angustia, ni siento miedo, ni siento tedio, ni siento alegría ni amor por nada ni por nadie, porque ya no recuerdo lo que es sentir, porque ya no recuerdo nada, excepto que existía algo que no debía olvidar y ahora se ha convertido en el reflejo de una chispa de luz escupida por un cristal roto.

O quizá mi deber sea no recordar nada, puesto que soy el último hombre sobre la tierra y me conviene no recordar el cómo ni el porqué.

domingo, 10 de noviembre de 2013

RESEÑA: Calabazas en el trastero: Creaturas

Hoy vuelvo a hacer una parada en la siempre interesante antología Calabazas en el trastero (ya lo hice con sus especiales Bosques, Catástrofes Naturales y Horror Cósmico). Para quienes no conozcáis la colección, cada número está compuesto por trece relatos de diferentes autores de temática común en los que prima el género fosco, esto es, los ambientes perversos y misteriosos y los abismos que te devuelven la mirada, que diría el filósofo. En este caso el tema común es Creaturas: creaciones y engendros que, de un modo voluntario o por accidente, acaban mostrando un lado siniestro, parafraseando la convocatoria. Además, tengo el honor de participar de nuevo en la misma con mi relato Garras para Algernon.


Como ya es norma general en la colección (y confiemos en que siga siéndolo), aunque alguno de los miembros del equipo pueda destacar en algún aspecto, todos ellos mantienen muy buen nivel, no haciéndose aburrida ninguna de sus lecturas; no existen inclusiones de relleno en la selección. A continuación, como siempre trato de hacer con las antologías, daré mi opinión de cada integrante por separado (por orden de aparición en el libro), señalando los que según mi criterio intentan levantar la cabeza un poquito más sobre el ya por sí alto nivel de la antología:

Garras para Algernon (por Pedro López Manzano). Aunque es un relato con muchas referencias, el principal homenaje es hacia Flores para Algernon de Daniel Keyes, el inmenso clásico de cifi, aunque dándole un par de vueltas de tuerca extra.

Involución evolutiva (por Andrés Díaz Hidalgo). Un Frankenstein genéticamente modificado será perseguido, no por granjeros con azadas y horcas, sino por profesionales bastante mejor preparados.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Música épica. Ga'hoole (2010), de David Hirschfelder

Ga'hoole, la leyenda de los guardianes, es una correcta película de aventuras de Zack "300" Snyder, basada en una serie de novelas juveniles, con un impresionante 3D y una partitura del todoterreno David Hirschfelder. La banda sonora, sugerente y variada, trasciende de hallarse solo al servicio de las imágenes, por lo que no existen dificultades para poder extraer algún tema épico per se, como More Baggy Winkles, una estupenda variación del logrado tema principal:



El resto de la banda sonora, aunque puede ser tildada de efectista, no deja de resultar idónea para los buscadores de este tipo de música, como en este Into battle:



Y por cierto, ya llevo más de diez entradas en esta sección (veinte temas o así), sin haber recurrido a John Williams.

jueves, 31 de octubre de 2013

RESEÑA: Escritos Fantasma, de David Mitchell

Hace tres años llegó a mis manos envuelta por exaltadas recomendaciones la novela El Atlas de las Nubes, de David Mitchell. Cuando la leí no solo me gustó, sino que la recibí con el mismo entusiasmo con que se me entregaba. Es más: su lectura (historia, estilo singular), dejó una pátina en mi memoria que me ha hecho recordarla con deleite desde entonces en multitud de ocasiones, considerándola como una de las mejores lecturas que he realizado en la última década. Por supuesto, tal sensación me ha hecho regresar al autor para comprobar cómo de perdurable es su talento, en esta ocasión con su opera prima, Escritos Fantasma (1999).


Escritos Fantasma supone un debut excelente para Mitchell, sorprendentemente maduro para ser su primer libro, muy bien escrito, trabajado, original e interesante, que viene a apuntar la confirmación que llegaría poco después con El Atlas de las Nubes. Como en este, el libro viene separado en capítulos largos e independientes que cuentan historias separadas. Como en este, tales historias quedan sutilmente entrelazadas: con una llamada telefónica entre una y otra, con el envío de un paquete, cuando un personaje secundario de una realiza una aparición sorpresiva en otra, al descubrir que un protagonista deja reminiscencias de su presencia en la siguiente narración (o varias más allá, o incluso interconectando los dos libros mencionados). Estos matices se entretejen con habilidad, otorgándole a un conjunto ya de por sí bueno considerable valor añadido, que no hace sino enriquecerlo hasta convertirlo en una obra con entidad propia suficiente.

No obstante, por las citadas similitudes con la siguiente novela de Mitchell, profundizar en la comparación resulta inevitable. Escritos fantasma (Ghostwritten en inglés, referenciando a las obras de escritores fantasma, aquí conocidos como “negros literarios”), apunta con gran destreza a lo que se conseguirá con maestría con El Atlas de las Nubes, pero no es tan redondo como este. No indico con ello que sea un mero esbozo, ni mucho menos, aunque seguramente encante a los lectores de este, o que busquen algo parecido, pues similar es, pero insisto, también se trata de una obra con entidad propia.

lunes, 21 de octubre de 2013

MICRORRELATO: Friki

Nadie me explicó en qué consistía el amor, y nadie me programó acerca de cómo actuar cuando me enamorara, ni siquiera que pudiera hacerlo. Pero lo sé: amo a Friki.

No sé si lo normal es mirarla, sonreír, y que en ese instante me brillen los ojos y suene una música especial, como he visto en alguna película. ¿Esas cosas pasan de verdad? Esa imagen, ese cuadro, ¿representa la realidad tal y como yo represento a los seres humanos? O quizá para ganar su corazón debería arrancárselo del pecho con mis dedos de titanio. Tampoco lo creo, eso sería demasiado fácil, y no sé si después ella seguiría funcionando. Desconozco el desenlace de esta historia.

¿Habrán creado un loco en mí? No lo sé, pero cada vez que la gata del profesor se acerca ronroneando y se frota contra mis piernas, noto toda la electricidad estática del laboratorio concentrándose en mi cerebro positrónico. Amo a Friki. Eso es el amor. Creo.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Cuestionario a Sergio Mars

Como última reminiscencia de la vorágine de entradas acerca de Liebsters, Lovely Blog Awards y demás que tanto CLQQ como otros blogs amigos estamos viviendo estas semanas, he de agradecer a Sergio Mars, gran escritor, ganador de múltiples Ignotus y responsable del que quizá sea el mejor blog de reseñas de género en español (o por ahí andará) Rescepto Indablog, que haya tenido la generosidad de responder por privado al cuestionario que planteé a los blogs que os sugerí aquí.


Con su permiso, os muestro las interesantes respuestas que dio a mis no tan interesantes preguntas. ¡Gracias Sergio!:

1. ¿Por qué decidiste comenzar Rescepto?

El año 2006 un par de amigos y yo decidimos editar un ezine al que llamamos Rescepto. Tras cuatro números ordinarios y un especial, pese a conseguir algún que otro objetivo, estabamos un tanto descontentos con la difusión conseguida, así que decidimos crear un blog asociado al proyecto. Lo bautizamos Rescepto Indablog y empecé a gestionarlo, sin tener una idea muy clara de cuál sería su orientación. Paradójicamente, no volvimos a publicar ningún número de Rescepto (el ezine), y a medida que iban pasando los meses y la realidad de su defunción se iba haciendo incuestionable, comencé a utilizar Rescepto (el blog) como una bitácora personal, aprovechando la experiencia adquirida en dos intentos previos que no fraguaron. Por aquel entonces también se acercaba la publicación de mi primera antología ("El rayo verde en el ocaso"), por lo que quedó establecido uno de sus objetivos (servirme de contacto con los potenciales lectores). El resto fue evolucionando a su aire, hasta dar lugar a lo que es hoy en día.

2. ¿Y te compensa?

Supongo que si no lo hiciera haría ya mucho tiempo que lo habría abandonado. Más difícil me sería precisar qué me aporta exactamente. Supongo que en parte me obliga a escribir con cierta asiduidad, y también me mantiene conectado con el género fantástico. Gracias a exigencias autoimpuestas para alimentar el blog he profundizado en subgéneros y autores que de otra manera quizás habría descartado, por no hablar de que me ha hecho desarrollar algo así como un estilo de lectura analítico, lo cual sin duda me ha aportado mucho como escritor.

3. ¿Qué crees que atrae a los lectores a Rescepto?

sábado, 12 de octubre de 2013

MICRORRELATO: El hombre de arena

Creo que soy un hombre de arena. No como el que se acerca silencioso por las noches a susurrar en los oídos de los durmientes y espantar los demonios de sus sueños, o invocarlos, según su sosiego mental.

No de esa manera: creo que soy un hombre de arena literalmente y no me muevo por temor a desmoronarme. Estoy metido en el agua hasta las rodillas. Sobre mi cabeza, el límite es el cielo. Al final de mis piernas, mis pies se disuelven poco a poco y se funden con el barro del lecho del río, o lago, o incluso el mar, lo que sea. Siento en los tobillos una innegable corriente. Nunca se para; nunca agua estancada. Así acabará por hollarme y desbaratarme.

Aun con todo, no me atrevo a menearme un ápice, aunque el agua ya me alcanza la cintura. Estoy quieto. Una quietud de gran intensidad. Unos metros frente a mí distingo un arco trazado por algún diminuto y vivaracho pescado sobre el agua, abusando de su libertad. Mi actividad se limita a dejar escapar granos de arena por alguna cicatriz.

El agua ya me alcanza hasta el pecho y siento cómo se deshacen mis manos, o más bien siento cómo dejo de sentir mis manos. Quizá este sea el destino ineludible: dejarse descomponer hasta fundirse con el barro, volviendo a la infinidad de diminutas partículas removidas por las olas y las mareas. Regresar al clan y fundirse con él por siempre.

Pero, ¿y si no? Ya noto mis labios mojados. Pronto dejaré de respirar, si es que he estado haciéndolo hasta ahora. ¿Y si pudiera levantarme? ¿Y si he podido hacerlo todo el rato? Caminar, correr, saltar, volar. ¿Por qué no intentarlo? Voy a intentarlo. Ahora o nunca, allá voy…

miércoles, 9 de octubre de 2013

Lovely blog award y más

Hace poco os hablaba de un premio Liebster para CLQQ, una de estas recomendaciones amistosas entre blogs que a su vez yo concedía a otras bitácoras. Ahora, una de ellas, La consulta del doctor Perring, del escritor Manuel Mije, realiza un centrifugado y reenvío concediéndome a mi de vuelta otro clásico en estas lides, el Lovely Blog Award. ¡Muchas gracias, Manuel!

Como ya le he comunicado, no voy a continuar la cadena porque está aun muy reciente la anterior, pero sí que responderé a las preguntas que plantea, ¡qué menos!.

Pero antes de hacerlo, he de agradecer también a otro gran blog, el de Jack Moreno, el incluir CLQQ en su ilustre lista de los 50 mejores blogs de ciencia ficción. No os la perdáis, que está llena de joyas mucho mejores que esta humilde bitácora. ¡Gracias Jack!

Vamos ahora con el cuestionario de Manuel:
- Si tuvieras que cambiar el nombre de tu blog, ¿cuál le pondrías y por qué?
Estoy contento con el nombre y no lo cambiaría, pero de hacerlo sería por otra cita poco conocida de novela o película.
- ¿En qué blog de persona famosa/conocida te gustaría estar enlazado?
Por pedir... existe un blog extinto (por lo que de entrada es un imposible), pero exquisito, que escribió supuestamente un escritor famoso hace unos años sin revelar su nombre, a modo de justiciero enmascarado en el que hablaba clarito tanto del mundo editorial como agentes, certámenes, o de escribir en sí. Es, quizá, el mejor que he leído, y merece la pena escrutar todas las entradas de la primera a la última, comentarios incluidos. Miserias Literarias, se llama. Como he dicho, imposible, pero al fin y al cabo es una pregunta hipotética.
- ¿Qué blog de persona famosa/conocida te pondría de los nervios si te vieras enlazado en él?
¿Los tertulianos de tele5 tienen blogs?
- ¿Qué título le pondrías a una entrada dirigida al Papa?
Supongo que sería un relato, probablemente microrrelato humorístico, así que el título llegaría tras escribirlo, que es cuando suelo ponerlos.
- Si vieras una entrada de tu blog plagiada por ahí ¿qué harías?
Darle a un botón secreto en mi escritorio. Se abriría una compuerta oculta y enorme en la pared tras la que se esconde mi diabólica legión de abogados. Ellos ya saben cómo proceder.
- ¿Qué melodía pondrías como banda sonora de tu blog si sólo pudieras elegir una?
Quizá algún tema larguísimo de Coltrane, que por lo menos es variado, con cambios de ritmo, y sobre todo eso: largo. Aun con todo, no pondría nada. Detesto la música en las webs.
- ¿Estaría tu blog entre las tres cosas que te llevarías a una isla desierta?
Desde luego que no.
- ¿Qué opinan tus padres/pareja o cualquier otra persona que te ponga las pilas sobre el tiempo que le dedicas a tu blog? ¡Que te vas a quedar ciego/a con la tontería!
Les da bastante igual.
- ¿Trucarías el contador de visitas de tu blog (si lo tienes, claro)? Si la respuesta es no ¿es porque ya lo trucas?
Teniendo en cuenta que poniendo el contador de blogger perdí 20 o 30 mil visitas, que ya tenía con mi contador previo... Creo que con eso respondo.
- Si no tuvieras blog ¿qué tendrías en su lugar? ¿Quizá una mascota transgénica?
Un robot con una IA que imitara a la mía. Y le mandaría escribir un blog por mí.
- ¿Qué opinas del tipo que pregunta cosas raras como alguna de las de arriba?
Bastante divertidas, la verdad. No se ha hecho pesado.

lunes, 7 de octubre de 2013

MICRORRELATO: El contenedor

Las mujeres más guapas del mundo somos las de Venezuela, siempre han dicho todos, de igual manera que dicen que las modelos no somos más que un mero contenedor vacío. Mal hecho, tal afirmación no hace sino llenarme de indignación; algunas somos mucho más que eso. Yo soy mucho más que eso. Yo estudio, leo, pienso y soy capaz de razonar como la que más, solo que también sé desfilar por esta pasarela moviendo las caderas con gracia y dejando que mi cabello se mueva como si estuviera bailando al son del viento; nada tiene de malo que pueda sacarme un dinerito con ello, no es como si hiciera estallar una guerra.
La decisión de los jueces lleva retraso, pero sé que estoy en la pomada. Un segundo, ¿y esto?... Quieren formular una pregunta a las finalistas. Me dan un micrófono. Me toca Martina Klein, de entre los miembros del jurado. Ella también es modelo, seguro que se porta. Me observa, sonríe y dispara: “Si dispusieras de un deseo en esta vida, ¿qué pedirías?”. Me escucho a mí misma responder sin pensármelo dos veces: “La paz en el mundo”.
Mierda.
Descubro que la sonrisa de Martina se crispa y casi puedo leerle el pensamiento: “otro contenedor vacío”. De repente, el calor de los focos resulta casi insoportable.

martes, 1 de octubre de 2013

Disportanciado y liebsterizado

Nunca le había hecho yo mucho caso a esto de los premios entre blogueros, pero no negaré que hace ilusión cuando se lo dan a uno, y llega desde un escritor al que respetas como Aitor Solar (por muchos conocidos como Entropía), desde su blog Disportancia. El premio consiste en una recomendación de este blog desde el suyo, y su aceptación conlleva la creación de esta entrada, respondiendo a las 11 preguntas que formula, así como a la sugerencia de 11 blogs más a cuyos propietarios, transitivamente les formularé otras 11 preguntas. Además de a colgar la medalla acreditativa:


Vamos ahora con el cuestionario:

1. ¿Por qué decidiste comenzar tu blog?
Inicialmente por tener un lugar donde publicar relatos (y perversiones varias) que dependiera solo de mí, y así obligarme a escribir un poco. También porque mi buen amigo Andrés (de Los murmullos de la anciana) acababa de crear el suyo, y decidí molestarle llevando yo otro.

2. ¿Si pudieses volver a empezar, qué harías diferente en tu blog?
Supongo que en cada momento he llevado CLQQ como mejor he sabido y podido dependiendo de las circunstancias, con lo que también he de suponer que las decisiones tomadas, bien tomadas están

3. ¿Qué crees que atrae a los lectores a tu blog?
Me gustaría pensar que mis relatos, y así es para los lectores más fieles, que leen casi todo lo que escriba (mil gracias). Al resto les interesa cuando hablo de algún tema puntualmente de moda (Martin, Rothfuss, alguna serie, o la obra de algún escritor que sea noticia esa semana, generalmente por su muerte)

4. ¿Con qué frecuencia actualizas tu blog?
Depende. Si no estoy escribiendo nada, dos o tres veces a la semana. Si estoy liado con algún relato o incluso algo más ambicioso (como ahora), trato de obligarme a realizar una entrada digna semanal.

5. ¿Cuánto tiempo le dedicas a preparar las entradas de tu blog?
Algunas se llevan lo que tardo en escribirlas (entre diez minutos y media hora), pero son las que menos. Es más frecuente una entrada que entre escribirla, documentarme, pasar las citas, corregirla y formatearla, se me suba a entre dos y cuatro horas (más con los especiales).

6. ¿Cuál crees que será la evolución futura de los actuales blogs?
Aunque opino que su boom ya pasó, también creo tienen un nicho fiel de lectores que no decrece especialmente. Mientras sigan ofreciendo contenidos interesantes, permanecerán (permaneceremos) en un discreto pero consistente segundo plano.

7. ¿Te preocupan las estadísticas de acceso a tu blog?
Solo cuando son especialmente bajas, pero eso suele ocurrir por mi culpa, por escribir con poca frecuencia.

8. ¿Se sabe en tu entorno de la "vida real" que tienes este blog?
En general, sí. Y no todos me consideran un friki por tenerlo (y el rollo que le doy).

9. ¿Qué considerarías como "éxito" de tu blog?
Creo que al final CLQQ sí que ha servido para que unos pocos lean mis relatos, además de para escribir a diario (o casi). Aparte de eso, empecé con las reseñas por un "a ver que pasa", y ya van para las ochenta. Hay algunos ingenuos que hasta se fían de mi criterio, lo que supone una satisfacción personal nada desdeñable.

10. ¿El blog te ha generado alguna anécdota que quieras y puedas compartir?
Una vez me dieron un premio.

11. ¿Cuántos Liebster llevas ya?
Uno o ninguno.


Y mis 11 premios Liebster  (el orden no implica nada; además he escogido solo blogs personales) son para:

- Antigua Vamurta (escritor Igor Kutuzov)
- Los murmullos de la anciana (escritor Andrés Nortes, antes mencionado; literatura y rock)
- Cuentos para Algernon (excelentes relatos inéditos de autores extranjeros; imprescindible)
- A Hemingway le negaron 27 (escritor Blas Malo)
- Ventajas de ser un hipopótamo (escritor Ignacio Cid Hermoso)
- Adalides (fantasía heroica y más)
- Libros y mitos (mitología y literatura a cargo de Ángeles Pavía)
- Loki no es un loco (no es muy literario; rock y curiosidades de diferente índole)
- La consulta del doctor Perring (escritor Manuel Mije)
- Rescepto Indablog (escritor Sergio Mars; tremebundo blog de reseñas)
- El antro de los vampiros y otros monstruos (escritor Carlos J. Eguren)

Ahora mis preguntas

lunes, 23 de septiembre de 2013

RESEÑA: La mirada de las Furias, de Javier Negrete

Allá por el 97, el viejo conocido de este blog Javier Negrete (creador de la excelente tetralogía de Tramorea que comenzara con La Espada de Fuego, y que no me cansaré de recomendar) escribía su primera novela larga, La Mirada de las Furias, ganando con ella un Ignotus y aclarando, por si alguien tenía dudas, que había venido para quedarse.



La novela supone una mezcolanza de los géneros de ciencia ficción y aventuras con toques de detectivesco, mas por encima de todo ello, funciona desde, por y para su protagonista Éremos, un hombre mejorado hasta los límites de la perfección en el laboratorio de una megacorporación, cuyo cuerpo es un diseño perfecto y cuya mente posee mayor capacidad de procesamiento que la de una red paralela de ordenadores. Además, es un asesino amoral que no dudará en realizar cualquier acción para obtener el resultado deseado. Por alguna razón, este tipo de elementos no estarán bien considerados por unas autoridades conservadoras, por lo que su empresa propietaria lo dormirá durante unas décadas, reservando tan valioso activo para un momento de necesidad extrema.

Curiosamente, la empatía con un sociópata de tal magnitud resultará sencilla para el lector, y no solo no pesará el que sea el motor único sino que resultará de agradecer, recordando vagamente a El granuja espacial del genial Fredric Brown. A veces parecerá ser víctima del síndrome del superhombre, esto es, un personaje tan perfecto y poderoso que no dé la sensación de poder fracasar en ningún empeño, pero para ello Javier Negrete sube la apuesta y con cada logro la dificultad y el reto del siguiente será superior hasta el límite de lo humanamente imposible y de lo inhumanamente imposible.

lunes, 16 de septiembre de 2013

MICRORRELATO: Procesión de almas

Han nacido y muerto estrellas, pero al fin lo hemos logrado. La eterna peregrinación, en definitiva, no fue eterna.

Desde que nuestro mundo dejó de existir ha transcurrido tanto tiempo que la mera medición del mismo adquiriría tintes difusos e irreales. No obstante, ha existido: eras viajando en nuestra forma incorpórea y dibujando destellos en la estela del cometa sin rumbo que nos permitió escapar de un hogar que se desmoronaba; buscando un nuevo lugar sobre el que existir, y cuando nuestro objetivo dejó de serlo para transformarse en un sueño, y el sueño se convirtió en cuento, en leyenda y ahora ¡pum!... en realidad. También el salto de regreso desde la leyenda hasta la realidad se mide en eras.

Y tras un universo dejándose arrastrar, ahora debemos tomar decisiones. Tomarlas sobre qué depósito verter nuestra hasta ahora intangible esencia, qué punto de vista adquirir en este nuevo planeta, a quién susurrar ideas para que las convierta en propias, insuflando el sentido de la evolución. En definitiva: qué cuerpos habitar.

Nosotros nos contamos por miles de millones, y cada uno tiene su nombre y su voz; tendremos que turnarnos ocupando esas instantáneas chispas de vida. Mas no importa: hemos aprendido a ser pacientes.

Pero, ¿a quiénes regalar nuestra presencia? Algunos opinan que a aquellos de mayor capacidad intelectual, que nadan por los océanos. Otros prefieren a los que surcan el aire, dueños de los vientos, o a los que se arrastran por la tierra, debido a su gran obstinación por sobrevivir. Por mi parte, esas criaturitas que suben y bajan de los árboles me resultan simpáticas, con su cuerpo cubierto de vello y sus dedos oponibles.

Pronto votaremos, y nos convertiremos en un ronroneo apagado en la base del cráneo de nuestros contenedores. Y quién sabe, quizá cuando el planeta gire alrededor de su estrella los suficientes miles de veces podamos volver a sentir que tenemos un hogar.

lunes, 9 de septiembre de 2013

RESEÑA: American Gods, de Neil Gaiman

Surge espontanea y periódicamente entre los seguidores de Neil Gaiman la tonta pregunta de si es mejor guionista de cómic o novelista. Es una pregunta tonta porque se refiere a dos artes diferentes y porque siendo un buen novelista, hablamos de uno de los mayores artistas de la historia de la viñeta, con lo que caso de plantear esta cuestión, creo acabo de dar mi opinión al respecto. Particularmente creo que sería de mayor interés el preguntarse por los puntos de encuentro entre sus creaciones en ambas artes, y si ya señalé que en Neverwhere era fácilmente encontrable al Gaiman historietista, es sin duda American Gods la obra en que se percibe mejor cómo ambos creadores convergen.


Por un lado tenemos el estilo narrativo, donde reconocemos las páginas de esos números de Sandman en los que Morfeo no aparecía o lo hacía de forma casi testimonial, pero sobre todo aquí encontramos al Gaiman capaz de crear mundos fantásticos de forma sostenible, compacta y creíble.

En American Gods desarrolla paralelo y coexistente a nuestra cotidiana existencia un Estados Unidos poblado por un buen puñado de dioses que caminan entre nosotros, mas no precisamente todopoderosos, sino vulnerables, pues sacan su poder de la fe remanente en ellos. Además, nos limitamos a una América más volcada en los casinos, la tecnología o la televisión (una suerte de nuevos y antagonistas dioses), que en ídolos sumerios ya olvidados excepto quizá en los museos de arqueología (euroasia poseería sus propias instancias de las entidades).

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Hijos de la medianoche: primeras líneas

Tras un verano en el que la cobertura me ha mantenido obligatoriamente alejado del blog (ausencia a subsanar las próximas semanas), empezaré por mostraros la primera página de mi lectura actual, un puñado de líneas que abren de forma rutilante el tremendo Hijos de la medianoche de Salman Rushdie, uno de esos libros que te quita el aliento desde el principio:


Próximamente, aparecerá la reseña por estos lares (tras hablaros de otras lecturas veraniegas y subir algún microrrelato).

lunes, 5 de agosto de 2013

MICRORRELATO: Sigue, sigue, sigue

Sigo corriendo. No por un puente, y sin embargo a ambos lados de la carretera tan solo existe el vacío. No un vacío ocre, tenebroso y maligno, sino dos trozos infinitos de cielo luminoso y primordial, plagados de nubes sedosas y delicadas sobre las que podría recostarse una miríada de ángeles. Aun en su ausencia, su asexualidad se me figura inquietante y sus miradas severas que caen con un baño de plomo sobre mí, como carne sangrante saliendo de una picadora oxidada que funcionara a trompicones, aunque con seguridad inexorable, sea un caballo, un maletín o una ciudad entera lo que esté triturando.

Sigo andando. Pero el chaparrón de plomo y carne pesa sobre mí y mis tobillos crujen, sugiriendo que en cualquier momento mis pies empezarán su mestizaje con el asfalto resquebrajado. O las grietas en el suelo son las arrugas de mis manos, y la línea discontinua, escarlata y pintada quizá con carmín, no lo es tal, sino que se trata del borrón de cicatrices que serpentean por mi piel. Quizá no sean ángeles ausentes los que me miran con pasividad, sino que se trate de demonios. Tanto más da.

Sigo reptando, avanzando pié a palmo, codo a pulgada, hasta que no puedo más y el peso de mil atmósferas me aplasta contra la carretera. Y de repente, ya no siento el aplastamiento. Me mantengo en el centro del eje de coordenadas del universo, mientras el cielo es disparado hacia arriba por un revolver. Y ya no hay carretera, ni ángeles, ni demonios, ni cielo.

Me siento bien. Me siento mal. Me siento...

martes, 23 de julio de 2013

RESEÑA: El Club de Lucha, de Chuck Palahniuk

Es bastante habitual en mí leer libros que por salirse de los géneros habituales tocados en Cree Lo Que Quieras no reseño por estos lares. De hecho, ni siquiera los menciono. Voy a hacer una justificada excepción con el célebre El Club de Lucha, de Chuck Palahniuk (1999).



Pero esta excepción, como digo, es justificada. Primero, porque creo que el público destino de esta novela es el mismo que el de muchas de las obras de ciencia ficción o fantasía urbana de las que suelo hablar. Y segundo, porque se basa en una premisa humanamente imposible que hace que los cimientos de la historia sean, en cierto modo, fantásticos, aunque tal detalle carece de importancia en el conjunto. Respecto a la premisa, no hablaré de ella por si se diera el improbable caso de que leyera estas palabras alguien que no hubiera leído el libro ni visto la extraordinaria adaptación al cine de David Fincher. Sí, me refiero a “eso”: un disparate científico pero un interesantísimo supuesto.

La historia parte de una situación extrema para lanzarnos hacia atrás y contemplar cómo hemos llegado a ella de la mano del protagonista absoluto y narrador (siempre en primera persona), cuyo nombre jamás llegaremos a conocer. No obstante, a él sí que le conoceremos bien, comenzando por su problema de insomnio extremo, que actuará como catalizador para conducirle a situaciones también extremas. La única manera de encontrar consuelo (y dormir) de nuestro hombre será absorbiendo el dolor de los asistentes a grupos de apoyo de todo tipo, hasta que no pueda seguir haciéndolo a sus anchas por encontrar en ellos a otra alma torturada como la suya, la de la desgraciada Marla Singer. Entonces su situación empeorará más aún, encontrándose en su caótica vida con Tyler Durden, sociópata antisistema cercano al anarquismo, violento de obra y pensamiento, que se convertirá en inseparable compañero de viaje e irá impregnando con sus ideas radicales al protagonista, primero con el Club de Lucha que titula al libro, gloriosa celebración de la violencia puesta al servicio de anónimos cotidianos, y después con el aún más radical, multitudinario y misterioso Proyecto Mayhem (Proyecto Caos), que conducirá al narrador más allá de los límites de la locura. Casi desde su aparición Tyler se convertirá en el centro fáctico de la historia, siendo el objeto de las miradas en su presencia y de las preguntas en su ausencia.

martes, 16 de julio de 2013

Arthur Mortimer dixit (IX)

Solo he tenido la suerte (o la desgracia) de conocer tres situaciones en las que he entregado mi corazón y no me he sentido bailando cojo al borde de un precipicio de decepciones.
La primera es a un plato de huevos con patatas fritas, preferiblemente con un poco de cerdo o cordero al punto. A veces la carne se pasará o las patatas estarán demasiado aceitosas, pero en general el éxtasis culinario de romper el naranja sobre su lecho blanco y amarillo con un trozo de pan es, sencillamente, impagable.
La segunda entrega correspondida es a nuestro mar. Desde siempre lleva devolviendo mis caricias con besos y carantoñas. Algunas veces fríos o incluso furiosos, pero a sabiendas de que siempre regresará su calidez espléndida. Se trata, desde luego, de la gran constante de mi vida. 

Por último, qué duda cabe, está el negro sobre blanco, que ofrece invariablemente una salida, quizá no siempre la mejor, pero tampoco nunca la peor. Un insignificante triunfo de la vida sobre la muerte.
Además, sin duda lo mejor es que siempre puedes volver a los tres amores, que recompensarán infidelidad con lealtad y responderán con mucho a lo poco que les des.


Arthur Mortimer. Vida sobre muerte, negro sobre blanco.

miércoles, 10 de julio de 2013

RESEÑA: Lágrimas de luz, de Rafael Marín

¿Cuál es la mejor manera de escoger un libro de ciencia ficción que llevarse a las manos? Pues, tras excluir de entrada lanzarnos a algo al azar, podemos optar por algún autor que conozcamos y ya sepamos que nos guste. También podemos oír las recomendaciones de alguien en cuyo criterio confiemos. Otra opción es recurrir a las obras clásicas. Suelo sugeriros aquí a muchos de estos (Asimov, Bradbury, Heinlein…), y ya iba siendo hora de quedarnos en casa, hablándoos del libro que muchas veces ha sido etiquetado como mayor clásico español de ciencia ficción: Lágrimas de luz, de Rafael Marín.


El punto de partida de Lágrimas de luz es una persecución: durante la Tercera Edad Media (y esta ubicación temporal es bastante sintomática), nuestro protagonista Hamlet Evans, payaso y alma máter de un circo, se percata de la proximidad de la autoridad hostigadora representada por la todopoderosa Corporación y emprende una atropellada huida con sus hombres. Entonces dejaremos esta pendiente y saltaremos al pasado para ver cómo hemos llegado a tal situación, siempre de la mano de Hamlet, protagonista supremo y narrador de la historia, que siempre contemplaremos desde su óptica.

Así, con ese retorno al pasado, partiremos de cero desde los tiempos en que Hamlet era un ciudadano aborregado más y decidió intentar progresar formando parte de la citada Corporación, realizando un examen para ser instruido como poeta en el Monasterio, una suerte de universidad instructora de juglares que canten y difundan las gloriosas conquistas corporativas, siempre que obtengan la aprobación de Nueva York, algo así como la difusa cabeza intangible de la Corporación.

Hamlet vivirá gran parte de sus periplos de esta manera, entre soldados de asalto cuya misión será arrasar con cualquier planeta con el que se topen, desproveyéndolo de todos sus recursos por el bien común y aplastando cualquier resistencia, humana, extraterrestre, animal, vegetal o ideológica. Tanto la formación de Hamlet como la presentación de este expansionismo desaforado hacen pensar de inmediato en Tropas del espacio, la celebérrima y controvertida novela de Heinlein, cambiando el inflexible punto de vista de la soldadesca por otro más dinámico que la siga de cerca. De esta manera, si bien el punto inicial es parecido al del ambiguo clásico militarista, aquí nos desviaremos llegado el momento hacia el pensamiento crítico.

domingo, 30 de junio de 2013

Seleccionado para CEET: Creaturas

Pues sí, en estos días en los que he aparcado la siempre satisfactoria tarea de escribir relatos por la mucho más incierta de probarme con un proyecto más largo, algunos de los certámenes que tenía pendientes van fallando, y uno de ellos lo ha hecho para incluirme en la ya clásica antología Calabazas en el Trastero, de relatos de género fosco (por lo general de terror). En particular para su especial Creaturas (ya tuve el honor de hacerlo en el de Catástrofes Naturales), entendiendo como tales a aquellas creaciones y engendros que, de un modo voluntario o por accidente, acaban mostrando un lado siniestro. He aquí su portada provisional.


Mi relato en este caso, sin perder el tono de esta colección, tiende más a la ciencia ficción. Garras para Algernon, se titula. Como podréis imaginar, homenajea explícitamente al precioso clásico de Daniel Keyes Flores para Algernon, mutando la genial sensibilidad de este a un tono más cercano al del monstruo de Frankenstein. No es el único homenaje explícito ni implícito existente en el relato, pero eso ya lo descubriréis si os animáis con la antología. Cuando salga a la venta daré más datos, realizando mi habitual reseña.

jueves, 20 de junio de 2013

RELATO: Mucho tiempo para hablar

Como algunos sabéis, estoy preparando un proyecto algo más largo que los relatos con que os tengo acostumbrados. Ya acabando la primera parte del mismo, voy realizando algunos descartes sobre las versiones iniciales del mismo, y se me ocurre dejaros por aquí una de ellas, como curiosidad, como relato descontextualizado, que sin embargo me resisto a tirar a la basura. No en vano recuerdo ahora un cuento space opera del gran Sapkowski sin principio ni final, y que sin embargo enganchaba. No soy Sapko, ni confío en enganchar, pero ahí lo dejo, aunque solo sea para recordarme a mí mismo -y a quien quiera- lo que no fue:


 Todo había resultado una locura. Lo primero que Alayne sabía que había fallado era el sistema de comunicación, tras recibir una transmisión indescifrable había empezado a reenviarse de alguna manera a todas las naves al alcance de la Eva. Después había venido lo peor. Cuando el capitán trató de interrumpir la extraña comunicación, la navegación había fallado y se habían visto obligados a pasar a manual. ¡Ya nadie pilotaba en manual! Más tarde los tecnos habían empezado a desobedecer y se habían sucedido las muertes. El propio capitán había fallecido al derrumbarse el puente de mando tras una serie de descargas eléctricas que más parecían explosiones cuidadosamente controladas que fallos accidentales. Junto a él se fueron media docena de oficiales de rango superior.

  Dentro del caos reinante Alayne se había dado cuenta de que con su grado de teniente era la oficial de mayor grado que quedaba con vida, que ella supiera, por lo que había tenido que empezar a tomar decisiones. La primera fue intentar aterrizar en el planeta más cercano, que estaban estudiando por sus prometedoras condiciones para la vida cuando se desatara la tormenta. Si lo lograban quizá el desastre no acabara en hecatombe.

  La manera en que la nave tomó tierra podía denominarse de cualquier manera menos aterrizaje. Con todos los sistemas fallando, gente muriendo, tecnos explotando y la nave virando en ángulos imposibles, el contacto con la superficie del planeta fue tan brusco que vio a varios compañeros, entre ellos algunos amigos, lanzados como peleles contra techo y paredes, abriéndose la cabeza, rompiéndose extremidades y torso.

martes, 11 de junio de 2013

RESEÑA: El hombre ilustrado, de Ray Bradbury

Por esta afición mía a escribir (quizá debería decir perpetrar palabras) a veces ciencia ficción y otras sobre ciencia ficción, en numerosas ocasiones la gente cree que soy un entendido y me plantea cuestiones tales como por dónde empezar a leer en el género. No soy ningún entendido, pues cuanto más leo, más palpable se hace mi ignorancia en estas lides para mí. No obstante, sí que hay dos o tres autores que recomiendo a ojos cerrados para neófitos: Isaac Asimov como más serio, Fredric Brown como más divertido, y por delante de ellos, casi siempre a Ray Bradbury... por todo.


Hace un tiempo ya os hablé de las excelencias de sus Crónicas Marcianas. Hoy voy a hacerlo de otra de sus obras maestras (porque a mi juicio ambas lo son, sin paliativos). El hombre ilustrado (1951). Como en aquel caso, nos encontramos con una antología de relatos autoconclusivos, si bien ahora no tenemos el leitmotiv de Marte como nexo común, aunque también aparezca en alguno de los cuentos. Aquí sencillamente leeremos historias de cifi variadas, diferentes supuestos realmente imaginativos en los que se nos plantean unos cuantos “¿Y si…?”, llevando la especulación en algunos casos hasta las últimas consecuencias o en otros dejándola abierta. Siempre realizando el planteamiento más interesante e inteligente para dejar al lector con un rumrum después de acabar el cuento que se quedará junto a él, orbitando en su consciente y su subconsciente, como si de un astronauta flotando en el vacío del espacio se tratara.

Veamos algunas de las cuestiones, y para ella hemos trasladar la anterior metáfora a la literalidad ¿Y si unos astronautas quedaran en efecto flotando en el espacio sin control ni esperanza? ¿Y si se alcanzara un sistema de realidad virtual con una línea tan delgada entre lo real y lo virtual que se convirtiera en intermitente? ¿Y si un androide (robot o marioneta) pudiera sustituirnos para facilitarnos el día a día? ¿Y si los históricamente oprimidos tuvieran la posibilidad de ser los opresores? ¿Y si se hundiera el mundo a nuestro alrededor? ¿Y si la memoria viva de los escritores más clásicos se refugiara en otro planeta, exiliada de la barbarie humana? Estas y muchas otras son las preguntas realizadas en la antología. Ocurrentes, complicadas y sugestivas, como poco. Muchas de ellas sin respuesta, pero que merece la pena plantearse.

Pero no es este el secreto de la obra, o al menos no el único.
Ray Bradbury era uno de esos pocos escritores privilegiados que, estuviera escribiendo sobre lo que fuera, tenía la capacidad para cautivar al lector debido a la tremenda sensibilidad con que impregnaba sus palabras, lo que unido a sus brillantes ideas lo convertía en único. Así este puñado de relatos, no solamente son asombrosos en su planteamiento y poseen una gran calidad literaria, sino que además calan hondo.

jueves, 6 de junio de 2013

Ya disponible Amanecer Pulp 2013 para descarga gratuita

Como anuncié hace poco, fui seleccionado para la publicación de una antología de relatos pulp con mi historia de tintes lovecraftianos Arriba y abajo. Pues bien, esta antología, titulada Amanecer Pulp 2013 ya está disponible para su descarga gratuita.


Podéis obtener más información de la mano de los organizadores del concurso, relatospulp.com, o descargar directamente la selección AQUÍ. El fichero comprimido incluye los formatos pdf, y epub y mobi para vuestros lectores de ebooks. ¡Espero que os guste!

lunes, 3 de junio de 2013

Ácronos. Segunda edición.

Coincidiendo con la celebración de la feria del libro en Madrid, ha salido a la venta la segunda edición de la antología Steampunk Ácronos, en la que tengo el placer de participar.


Como sois varios los que tras agotarse la primera me preguntasteis dónde comprarlo, os recuerdo que podéis hacerlo en librerías online de confianza como Cyberdark, la propia tienda de la editorial, o en las librerías físicas de la red de distribución de Tyrannosaurus books.

Ahora os dejo  las opiniones que he encontrado en la web explícitamente sobre mi relato Anteojos, que en general me han dejado con buen cuerpo (también lo han hecho las generalistas sobre la antología, que no incluyo):

Un relato que da mucho de sí, ya que aunque la historia sea breve tiene un final que te deja satisfecho, completamente cerrado. El mundo que se nos presenta a la par que aquello que oculta, resulta bastante atractivo. Blog La Mesilla de noche.

En una Madrid donde los trabajos más bajos los realizan autómatas, un hombre descubrirá un inesperado secreto tras un atentado terrorista. El relato resulta entretenido, y la inclusión de detalles como el de Ramón y Cajal le aporta cierto color a la historia, en su contra el hecho de ahondar poco en algunos detalles y resultar un poco atropellada en su final. Da la sensación de que la historia daba bastante más de sí. Héctor Gómez Herrero.

De este cuento prefiero no decir nada, solo que hay que leerlo, degustarlo y disfrutarlo (señalándolo como uno de los cuatro relatos más destacados de la antología). José Antonio Cordobés Montes. ficcioncientifica.com.

Además, podéis releer mi reseña sobre la antología completa.

viernes, 31 de mayo de 2013

MiNatura 126: Fobias (español e inglés)

De nuevo tenemos aquí miNatura, la revista de lo breve y lo fantástico, con un dossier sobre fobias para su número 126. Ya la he sugerido muchas veces, y espero seguir haciéndolo. Muchos microrrelatos que no aburrirán, ilustraciones, convocatorias, entrevistas e información editorial variada, además de una portada estupenda.



Como siempre, en descarga gratuita, que además desde hace poco, viene estando disponible tanto en ESPAÑOL como en INGLÉS. En esta ocasión, colaboro con mi relato Tictac, titulado Tick Tock en su versión anglo (gracias a A. T. por pulir mi deficiente traducción).

Podéis encontrar los índices completos aquí.

martes, 28 de mayo de 2013

Selección para Amanecer Pulp 2013

Hará quince años (probablemente más) empezaba a sacar de vez en cuando algún rato para escribir, de los que me dejaba la carrera (eufemismo: la carrera no me dejaba ratos, se los robaba). Evidentemente, uno siempre empieza por lo que mejor conoce, que en aquella época eran los relatos de terror y la fantasía épica. Como era inviable imitar a Tolkien, lo hice con Lovecraft, y ese característico tono marcó mis primeros relatos.


Hoy no los releo, pues si les echo un vistazo los encuentro repletos de defectos. No obstante hace unos meses le repesqué uno y me pareció que era bastante salvable, así que lo cogí, le di un par de buenos lavados de cara, y lo integré en mi "repertorio actual". Hace menos encontré una convocatoria muy adecuada, pues versaba sobre el pulp, en el que se encuadra en buena lógica mi relato, con lo que lo mandé, y he tenido la suerte de ser seleccionado, lo que me hace pensar que quizá después de todo aquellos mis primeros escritos postadolescentes no fueran tan horribles (aún insistiendo en su parcial reescritura). En fin, la antología saldrá gratuitamente en formato digital, por lo que podréis juzgar vosotros mismos. Y si esta edición funciona bien, quizá hasta se traslade al papel. Ya os iré informando.

La organización de la colección ha corrido de la cuenta de la interesante web Relatos Pulp, apoyados por la web de registro de propiedad intelectual SafeCreative, de la que soy usuario, y tendrá el sugerente título de Amanecer pulp 2013. Mi relato se llama Arriba y abajo. A continuación realizo la lista completa de ganadores, finalistas y seleccionados:
- La Zarpa Roja contra la amenaza de los hombres lagarto. Patxi Iturregui (Patxi Larrabe). (premiado)
- El cristal de sangre. José Luis Castaño Restrepo. (premiado)
- El Bunker. Vicente Ruiz Calpe. (premiado)
- Samhain. Sergio Perez-Corvo. (finalista)
- Ládir y la ciudad subterránea. Javier Sermanz. (finalista)
- Visita a la abadía. Javi Arboleya Payo.
- Misión Cumplida. Sergio L. Doncel Núñez.
- La mina de los muertos vivientes. Edgar Sega.
- Arriba y Abajo. Pedro López Manzano.
- Philonium. Rafael Trujillo Navas.
- Adhesión. Julio Barkero.
- Cuatro Ositos. Pablo Hernández Pérez.
- La espada oculta. Antonio Maria.
- Danzas de corte y vientos nocturnos. Marcos Galisteo.
- Intentó seguir los pasos de Dios. Miguel Martín Cruz y Gema del Prado Marugán.
- La trampa del escorpión. Ana Morán Infiesta.
- Ultratumba. Roberto Julio Alamo.

jueves, 23 de mayo de 2013

RESEÑA: El conde de Montecristo, de Alexandre Dumas

Empezaré divagando: hay historias profundamente enraizadas en el imaginario colectivo que provienen de libros que, sin embargo, no todo el mundo ha leído (eufemismo para indicar que muy pocos lo han hecho). Ahí tenemos los cuentos de Perrault o de los Grimm, bien conocidos, pero que pocos han revisado explícitamente. En España resulta desgarrador este fenómeno con El Quijote, que no sé si hoy será lectura obligatoria para los bachilleres, pero en caso contrario tendrá las estadísticas peor que nunca. No obstante, casi cualquiera sabría realizar una descripción con cierta corrección del hidalgo y su escudero, como supongo harán los griegos con Odisea o Iliada. Lo mismo ocurre con otros clásicos: ¿quién no conoce La isla del tesoro, Moby Dick o Sherlock Holmes, y sin embargo no ha leído a Stevenson, Melville o Conan Doyle? Ojo, no digo que yo sea muy diferente, pero si que en ocasiones trato de cubrir lagunas que como lector resultan imperdonables, y eso es lo que he hecho con El Conde de Montecristo (1844-1845) de Alexandre Dumas.



Aunque nunca hago spoilers, la historia se ha universalizado hasta el punto de que todo el mundo la conoce a grandes rasgos: Edmond Dantès es acusado injustamente, tomado el día en que se iba a celebrar su boda, y encarcelado para que se pudra en una prisión inexpugnable, de la que muchos años después logrará escapar con el conocimiento de la ubicación secreta de un tesoro incontable. Una vez con él emprenderá su terrible venganza contra quienes le traicionaron, regresando como conde de Montecristo. Eso es lo que todos saben. Por supuesto, hay mucho más, porque no se trata de una venganza de llegar y pegar un tiro al vil, sino de una estratagema maquiavélicamente urdida y ejecutada a lo largo del más de un millar de páginas del que consta el volumen.

Pero sería incorrecto seguir este camino sin hacer una parada para hablar brevemente del folletín. Simplificando, en el XIX francés se produjo una alfabetización casi masiva, las clases bajas leían y preferían el escapismo, habitualmente de baja calidad y de temáticas amorosas o de aventuras, que se publicaban por entregas periódicas que solían acabar con un clímax que dejaba al lector pendiente del siguiente número. Pero no todo folletín era de calidad deficiente. Dumas se convirtió en el máximo representante y sus creaciones más célebres fueron así publicadas, como Los tres mosqueteros o su gran obra maestra, este El conde de Montecristo que ahora nos atañe. Por cierto, para los más avispados: sí, hoy se sigue escribiendo folletín, si bien rara vez en cuanto a su manera de publicación, sí respecto al resto de sus rasgos estilísticos: ¿qué es si no Juego de Tronos y sus secuelas, de George R. R. Martin?

lunes, 20 de mayo de 2013

Alexandre Dumas dixit (citas de El conde de Montecristo)

He aquí una buena cantidad de extractos que me han llamado la atención y que complementan a la reseña (próxima) de El conde de Montecristo de Alexandre Dumas. Espero que disfrutéis alguna de ellas:
De este modo un dolor instintivo y violento notifica a los que sufren que no deben sin temblar poner el dedo en sus llagas antes que se cicatricen.

las oraciones para el hombre que es dichoso son a veces palabras vacías de sentido, hasta que el dolor viene a explicar al infortunio ese lenguaje sublime con que nos habla Dios.
tras el suplicio viene la muerte, y la muerte es, si no el reposo, la insensibilidad, que se le parece mucho.

Las quejas exhaladas en común son casi oraciones; las oraciones en común son casi himnos de gratitud.

Así como es necesaria la presión para hacer estallar la pólvora, así el infortunio es necesario también para descubrir ciertas minas misteriosas ocultas en la inteligencia humana.

Si el corazón padece es porque, dilatado en demasía al fuego de la esperanza, entra a ver cara a cara el hielo de la realidad.

Cuando se hace ver a un amigo una ciudad que uno ya conoce, se usa de la misma coquetería que para enseñarle la mujer a quien se ama.

Montecristo es una isla en medio del Mediterráneo, sin habitantes, sin guarnición, guarida de contrabandistas de todas las naciones, de piratas de todos los países.

Ahora bien, a mí me agradan los fantasmas, nunca he oído decir que los muertos hayan hecho en seis mil años tanto daño como los vivos en un solo día.

Los reinos de los reyes están limitados, por montañas, por ríos, por cambios de costumbres, o por diversidad de lenguaje. Mi reino es grande como el mundo, porque no soy italiano, ni francés, ni indio, ni americano, ni español; soy cosmopolita. Ningún país puede decir que me ha visto nacer. Dios sólo sabe qué tierra me verá morir. Asimilo todas las costumbres, hablo todas las lenguas. ¿Me creéis francés porque hablo con la misma facilidad y la misma pureza que vos? ¡Pues bien! Alí, mi negro, me cree árabe; Bertuccio, mi mayordomo, me cree italiano; Haydée, mi esclava, me cree griego. Así, pues, comprendéis que no siendo de ningún país, no pidiendo protección a ningún gobierno, no reconociendo a ningún hombre por hermano mío, no me paralizan ni me detienen los escrúpulos que detienen a los poderosos o los obstáculos que paralizan a los débiles. Sólo tengo dos adversarios, y no vencedores, porque con la constancia los sujeto, y son el tiempo y el espacio. El tercero, y el más terrible, es mi condición de hombre mortal. Este es el único que puede detenerme en mi camino, y antes de que haya conseguido el objeto que deseo, todo lo demás lo tengo calculado. Lo que los hombres llaman reveses de la fortuna, es decir, la ruina, el cambio, las eventualidades, los he previsto yo, y si alguna puede ocurrirme, no por eso puede derribarme. A menos que muera, continuaré siendo lo que soy. He aquí por qué os digo cosas que nunca habéis oído, ni de boca de los reyes, porque los reyes os necesitan y los hombres os temen.

martes, 7 de mayo de 2013

Planetas Prohibidos Nº 6

Aquí estoy otra vez para anunciaros que ya está calentito y disponible para su descarga gratuita el sexto número de la revista Planetas Prohibidos, que a estas alturas , y afortunadamente para nosotros, ya se va asentando cada vez con mayor seguridad en el siempre endeble mundillo revistero fanzinero de la CiFi, fantasía y terror en castellano. He aquí su sugerente portada:


Como veis, tengo el placer de participar en el número, en esta ocasión no con un relato, sino con un artículo especial sobre Stardust (adaptación del que os ofreciera por aquí hace un tiempo). Podéis descargar el pdf aquí. Además, encontraréis otros interesantes artículos, relatos, ilustraciones, poemas, viñetas y otros contenidos en su interior, que a continuación refiero:

ARTÍCULOS
EL HOBBIT, LA PELÍCULA, J. Javier Arnau
EL HOBBIT, EL LIBRO, Jorge Vilches
STARDUST Y EL SENTIDO DE LA MARAVILLA, Pedro López Manzano
LA VOCACIÓN AUTÉNTICA DE LA FANTASÍA, Carlos Suchowolski

ENTREVISTAS

ALEXIS BRITO DELGADO, por J. Javier Arnau
ALFONSO ZAMORA LLORENTE, por J. Javier Arnau

RELATOS

miércoles, 1 de mayo de 2013

Selección para la antología Visiones 2012

La antología Visiones es una de las que mayor solera ha adquirido dentro de la literatura de género española. ¿De qué género? Pues depende de la AEFCFT (Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror), con lo que no hace falta decir más. Viene publicándose desde 1995, con algunos intervalos en blanco, y su valiosa misión es la de promocionar autores que no hayan publicado libro propio todavía (la AEFCFT también suele sacar la antología hermana Fabricantes de Sueños para los mejores relatos publicados el año anterior en revistas). Tras un pequeño parón, este año ha vuelto, según el concurso convocado durante el 2012. Y resulta especialmente interesante para mí, ya que ¡he sido seleccionado! Ahí va la portada de Hugo Salais López para el Visiones 2012, que dicho sea de paso, me encanta:


El relato con el que participo, El Señor de los Anillos a través de los tiempos, se ciñe en contenido a su título con considerable literalidad. No diré más sobre el mismo aparte de que, a pesar de no ser considerado por algún jurado de otros certámenes de ciencia ficción, yo confiaba plenamente en él, por lo que insistí con este Visiones, de mayor entidad, y... ¡premio!

En cuanto a la selección completa, realizada por el equipo de Los Verdhugos (gracias mil), es la siguiente:
- El aeropuerto del fin del mundo, Tamara Romero
- Mejoría de la muerte, Weldon Penderton
- Alma compartida, Óscar Muñoz Caneiro
- La voz de la razón, Aitor Solar Azcona
- La sonrisa de Mickey Mouse, Manuel Moreno Bellosillo
- Mantenimiento, Jaume Valor
- La increíble historia de Cristóbal, el viajero del espacio/tiempo de El Corte Inglés (o de cómo puedes encontrarte un agujero de gusano donde menos te lo esperas), F. Javier Martínez Sánchez
- Horizonte de sucesos, Sara Sacristán Horcajada
- El día después del fin del mundo, Ricardo Cortés Pape
- La vorágine, Ricardo Montesinos
- El Señor de los Anillos a través de los tiempos, Pedro López Manzano
- Que empiece de nuevo la matanza, Ángel Guardiola Gómez
- Hasta nunca Seinfeld, Marco Antonio Marcos Fernández
- El antepasado de la bola de cristal, Mario Barranco Navea
- Los orcos no comen golosinas, Carlos López Hernando

He de añadir que echar la vista atrás y contemplar que algunos de los publicados en ediciones anteriores de Visiones son hoy escritores consolidados del panorama nacional (todo lo que puede estarlo hoy día un escritor de estos géneros en estos tiempos difíciles), no hace sino que mi selección me llene más de ilusión.

Ya informaré más adelante sobre la edición de la antología.

jueves, 25 de abril de 2013

RELATO: Sillón rojo, espejo ennegrecido

Para A. T., porque  le va a gustar.


    Es difícil en ocasiones diferenciar un sueño de la realidad. Me siento despierto, consciente, pero no pondría la mano en el fuego por ello. Aunque claro, no la pondría por nada, por nadie. Abro los ojos, pues no sabía que los tuviera cerrados. Al contrario de lo que creía, no estoy acostado, sino sentado. En un sillón de terciopelo rojo intenso. Está raído, y espuma amarilla sale desde sus costuras, cayendo como si fueran los humores de un cuerpo rezumando por las heridas.
    La habitación tiene unos cientos de libros apilados en el suelo, sin títulos que los definan escritos en los lomos. Las humedades los están destruyendo. Me gustaría decir que poco a poco, pero noto a simple vista cómo se comba el papel. No hay nada más en la habitación, ningún mobiliario que salve los tomos de la putrefacción. Solo paredes desconchadas. Una mano de pintura blanca que ha estado desmoronándose durante años, desvistiendo las paredes con pereza para mostrar más su desnudez gris cemento con cada costra que caía al suelo.
    Vuelvo la cabeza hacia delante, pues no sabía que la tuviera de lado, y descubro un espejo vestidor de cuerpo entero, con el marco de madera labrada, con motivos victorianos. Solo faltan un par de focos de luz difusa para ser el escenario de una película de David Lynch, pero no de las que aunque falten piezas, te haces una idea del dibujo del puzzle, sino de las hipnóticas que no entiende nadie, ignorancia que pocos se atreven a admitir. El espejo, que aunque no está roto, empieza a tener manchas negras, me devuelve la imagen del sillón de terciopelo rojo en el que estoy. Me pongo rígido y un nuevo borbotón de espuma emana de alguna de sus grietas.
    Contengo la respiración, y escucho en los tímpanos las pulsaciones de mi corazón. Pero otra resonancia llega a mis oídos, acompasándose en perfecta sincronía con los latidos. Es un ritmillo electrónico, suave y familiar, aunque no logro reconocerlo, pues lo escucho como a través de unos auriculares sueltos, a varios metros de distancia. Podría ser un tema de Massive Attack, pero no de los agradables que invitan a acompañarlos con satisfactorios asentimientos de cabeza, sino de los que están compuestos desde la úlcera de estómago, cuya cadencia, no obstante, narcotiza.
    Un tercer sonido se suma al concierto, aunque no estoy seguro de si es el que incluía los anteriores. Un goteo regular. No logro ubicarlo con prontitud. Vuelvo a observar toda la habitación y no proviene de ella, sino de mí. Me detengo en mis manos, colgadas indolentes de los brazos del sillón. Mis brazos por completo están cubiertos de sangre, que escapa de mi cuerpo dejándose caer desde los dedos, aunque no parezco tener herida alguna. No la encuentro. Tampoco experimento dolor, aunque siento que las fuerzas se me escapan. No tengo que comprender mi situación para estar seguro de que quiero sobrevivir. No sin esfuerzo, me levanto y doy un paso.

miércoles, 10 de abril de 2013

MICRORRELATO: Nuevos hábitos

    Ella siempre había considerado como una de sus mejores costumbres la de no ir dejando cadáveres por el camino. Antiguos compañeros de trabajo, amigos con los que por hache o por be se había enfriado la relación, incluso exnovios. Gente que había formado parte de su vida con mayor o menor grado de intimidad, y que en circunstancias normales habría dejado de ver, pero con los que se resistía a cortar definitivamente los lazos, porque era gente que merecía la pena. De vez en cuando, cada tres meses o cada tres años, les llamaba, quedaba para tomar un café o una cerveza, charlaba un rato con ellos, se ponían al día.
    Jorge, el bueno de Jorge, con quien tantas carcajadas había compartido. Le habían contado que las cosas no le iban muy bien últimamente. Le dio un toque y accedió gustoso a tomarse una copa nocturna con ella, para hablar de los viejos tiempos y de los nuevos hábitos. Quedaron en el pub de siempre, oscuro, ruidoso, de su gusto.
    Nada mas verse se abrazaron, para sentarse en una mesa arrinconada a continuación.
- Cuéntame, ¿qué haces? –preguntó ella recurriendo al tópico.
    Sin perder la sonrisa, Jorge sacó un cuchillo de monte y lo depositó sobre el tablero sucio de la mesa.
- Pues verás, he empezado a matar gente.

jueves, 4 de abril de 2013

Sigue al conejo blanco

Hace unos días contactaron amablemente conmigo desde el portal Sigue al conejo blanco y me propusieron una colaboración regular con ellos. Teniendo en cuenta que la mayoría de las sugerencias que me llegan al correo del blog (creeloquequieras@gmx.es) son de la guisa "promocióname tal libro porque es la monda", "intercambiemos enlaces, yo pongo el de tu blog literario y tú el del mío de recetas de comida", o "ignórame directamente", ante la actual propuesta me lo tomé un poco más en serio, como comprenderéis. Sobre todo tras echarle un vistazo al portal, pues tiene gran cantidad de contenidos e interesantes. Especialmente en cine (donde radicará la mayor parte de mi colaboración), cómic (también puedo firmar algún modesto artículo), y videojuegos (a día de hoy estoy prácticamente pez).


En cualquier caso, la colaboración ya es una realidad, y ha empezado con el especial que dediqué a esa maravilla televisiva que es Fringe. Echadle un vistazo al artículo, si os parece, y ya que estáis, al portal, porque seguro que siguiendo al conejo blanco llegáis a algún lugar que os interese.


lunes, 1 de abril de 2013

Arthur Mortimer dixit (VIII)

No todos los finales deben necesariamente incluir un triple salto mortal desde el borde de un precipicio escarpado. A veces, por increíble que parezca, no solo basta con permitir la entrada en el agua paso a paso, un pié después del otro, sino que además resulta más refrescante. 

A. M. Vida, libros, y otros seres legendarios. 

martes, 26 de marzo de 2013

Música épica. Los Increíbles (2004), de Michael Giacchino

Michael Giacchinno, sin lugar a dudas uno de los compositores de los últimos años, comenzó realizando bandas sonoras para videojuegos y se hizo famoso con las partituras de series de televisión de la mano de J. J. Abrams (Alias, gran trabajo musical para Lost, Fringe), mas donde con mayor intensidad ha brillado es componiendo para películas de cine, bien siguiendo a su director habitual con excelentes trabajos para Star Trek o Super 8, o en algunas partituras para Pixar, como la de Ratatouille, sus celebradísimas y multipremiadas canciones para Up, o la banda sonora de Los Increíbles, que hoy nos atañe, y es que si hay un género cinematográfico que requiera temas épicos para vestir sus escenas, es sin lugar a dudas el superheróico:



Como podemos comprobar, es muy del gusto de Giacchino entremezclar la orquestación más clásica de bandas sonoras con ritmos más cercanos al jazz y a las big bands de los años 30 y 40. Esto funciona a la perfección con los Increibles, dándole ese toque retro del que hace gala la genial película, una forma de alcanzar esa evocación para los momentos épicos quizá diferente a la de los temas que presento en esta sección, pero igualmente válida y efectiva.

Respecto al resto de la banda sonora, mantiene una tónica similar, y sobre todo un gran nivel de calidad, recordando deliberadamente en numerosas ocasiones al tono misterioso del 007 más clásico.

miércoles, 20 de marzo de 2013

RESEÑA: Terra Nova. Antología de ciencia ficción contemporánea

Estamos en racha. Hace poco os recomendaba Ácronos, una antología steampunk de autores hispanohablantes más que interesante, recién aterrizada en las librerías. Hoy voy a hablaros de otra colección que, en tan solo unas semanas, se ha convertido en uno de los lanzamientos editoriales de la temporada por méritos propios, y también con mayoría de relatos escritos originalmente en castellano. Se trata de Terra Nova. Antología de ciencia ficción contemporánea.


Lo normal de una antología de autores variados es que tenga un nexo temático común. En el caso de Terra Nova esto no es exactamente así. Las cuestiones planteadas son de índole bien diferente; no obstante, sí existe un punto de encuentro entre ellos, y éste es el de la cotidianidad en las historias, la naturalidad a la hora de presentárnoslas, convirtiéndose algunas de ellas en de ciencia ficción únicamente por la presencia de elementos propios de este género: implantes, robótica, inteligencia artificial avanzada o genética entre otros, esto es, avances científicos no presentes hoy día, pero que no se antojan imposibles. Sin embargo, aunque imprescindibles para cada relato, no son estos elementos el centro del mismo, ya que el conflicto narrativo es desencadenado por materias mucho más mundanas: las relaciones sociales, políticas, pero sobre todo humanas, sentimentales, familiares, o indefinibles. Dado este tono, en general no nos encontraremos con historias especialmente grandilocuentes. Por realizar un paralelismo asimoviano, más que a las grandes epopeyas galácticas de la Fundación, se semejarán a las especulaciones sobre vínculos hombre-máquina de Yo, Robot. Ya apuntan Mariano Villarreal y Luis Pestarini (coordinadores) en el inicio del proyecto la línea que pensaban seguir:

“No es casualidad que novelas como La chica mecánica de Paolo Bacigalupi, La carretera de Cormac McCarthy, La mujer del viajero del tiempo de Audrey Niffenegger, Nunca me abandones deKazuo Ishiguro, El sindicato de policía yiddish de Michael Chabon, El cuento de la criada de Margaret Atwood ó El mapa del tiempo de Félix J. Palma, triunfen hoy al margen de portar o no una etiqueta genérica: se trata de ciencia ficción escrita desde una óptica más cercana a las preocupaciones e inquietudes del lector contemporáneo.”

También recomiendo los relatos traducidos en blog Cuentos para Algernon, de tono muy similar a los integrantes de esta antología. Pero, llegados a este punto, mejor hablaros de las partes que conforman la obra por separado:

viernes, 15 de marzo de 2013

RESEÑA: Yo, robot, de Isaac Asimov

No sé cómo funciona exactamente la cuestión de hacer historia, pero el caso es que un buen día llegó Isaac Asimov, ordenó sus ideas junto a un amigo, y desde entonces, todo aquel que ha querido escribir algo sobre robots o inteligencias artificiales, ha tenido que, al menos, pararse a pensar en las leyes de la robótica que el escritor soviético nacionalizado estadounidense formulara a principios de los 40, y que quedaran plasmadas en su colección de relatos Yo, Robot, en 1950, recogiendo relatos previos publicados en revistas y dándoles consistencia de conjunto.



En Yo, robot, Asimov da un repaso a la hipotética historia de los robots desde finales del siglo XX y sobre todo a lo largo del XXI mediante historias independientes en las que ilustrará las tres leyes de la robótica, los conflictos existentes respecto a ellas, morales, lógicos, y de interacción entre ellas. Para quien las desconozca, las leyes son las siguientes:
1ª Ley: Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por su inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
2ª Ley: Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
3ª Ley: Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.

Ellas son realmente las protagonistas principales de la colección, presentándose algunos relatos como rompecabezas lógicos casi detectivescos en los que tendremos que averiguar el porqué de la actuación extraña de algunos robots dotados de cerebros positrónicos, sabiendo que es imposible que se salgan de esas guías. Así, nos encontramos con historias intelectualmente estimulantes, en las que el lector se convertirá en un robopsicólogo más interpretando estos comportamientos.

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