martes, 29 de mayo de 2012

Arthur Mortimer dixit (VII)

Aquel que tenga huecos en su existencia, que detecte lagunas en ella, siempre puede tratar de llenarlas con palabras, pues quizá un día las letras rebosen la superficie y no se hunda. Aquel que tenga simas, ay, pobre de aquel que tenga simas, pues ni todos los libros del mundo podrán cubrir siquiera el fondo, mas al menos el tiempo que dedique a leerlos, no lo pasará ahogándose.

Arthur Mortimer. Vida sobre muerte, negro sobre blanco

lunes, 21 de mayo de 2012

RESEÑA:¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip K. Dick

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Es una novela corta celebérrima por ser la base de la que parte Blade Runner de Ridley Scott, indiscutiblemente una de las mejores películas de la historia del cine de ciencia ficción. Y no voy a negar que mi aproximación ha sido por este motivo, con lo que he caminado de delante hacia atrás, por otra parte como casi todos sus lectores. Pero si queréis leer solo sobre la película, podéis hacerlo en miles de sitios. Aquí voy a hacerlo fundamentalmente de la novela de Philip K. Dick, que solo hay cientos.



En un futuro a medio plazo para 1968, año de su escritura, ubicado cerca de la actualidad -una de esas actualidades que nos presuponían por aquel entonces y que tan lejos están de nuestra “actualidad”-, la Tierra está cubierta, en mayor o menor medida por un polvo radioactivo posterior a una guerra nuclear, que va afectando genéticamente a los habitantes. Los sanos emigran mayoritariamente hacia los planetas colonia y son obsequiados en su salida con serviciales androides casi idénticos a los humanos, que tienen terminantemente prohibida su estancia en una Tierra cada vez más despoblada y decadente, llena de deficientes afectados por la radiación o empecinados en no emigrar. Los que se quedan se preocupan de demostrar su situación social siendo propietarios de alguno de los escasos y carísimos animales que aún viven, siguiendo la seudoreligión mercerista, basada en la empatía humana, o atendiendo al amigo Buster, un gurú mediático enemigo de los anteriores de una capacidad trabajadora casi inhumana.

En este bizarro mundo conocemos al ex-policía Rick Deckard, un hombre más bien anodino que trabaja como cazador de recompensas, esto es, eliminando los androides que abandonan las colonias y osan asomar su cabeza por la tierra, ya tan parecidos a los seres humanos que solo su ausencia de empatía puede delatarlos.

Deckard vive un matrimonio infeliz con una esposa depresiva y sueña con cambiar su oveja eléctrica por un animal real para dejar de sentirse inferior a sus vecinos, cuando recibe el encargo de acabar con unos modernos y peligrosos androides Nexus 6. Evidentemente se trata de un personaje bien alejado del carismático Harrison Ford de la película, no obstante creíble, interesante y bien construido.

miércoles, 16 de mayo de 2012

miNatura 119: El día que abandonemos la tierra

El día que abandonemos la tierra. Con este sugerente nombre podéis encontrar fresquita y recién subido el último número de miNatura, la revista de lo breve y lo fantástico.


Podéis ver la lista completa de colaboradores haciendo clic sobre la portada, y descargar el pdf (es gratis) AQUÍ.

Por cierto, como en tantas otras ocasiones, aporto mi granito de arena a esta estupenda publicación con el microrrelato de shakespeariano título El mañana y el mañana, aunque en el mismo no hablo (aparentemente) de Macbeth, ni el género es (indudablemente) la ciencia ficción.

viernes, 11 de mayo de 2012

Neil Gaiman dixit

Mientras decido mi próxima lectura, con cuidado para no solaparla con Danza de Dragones (a la venta el 13 de julio en la edición rústica que casi todos tenemos y el 22 de junio en la de coleccionista, más cara; se las saben todas estos editores: si lo quieres antes, paga más), estoy poniéndome -solo un poco- al día con el genial cómic The Sandman que lanzó a la fama al estupendo creador Neil Gaiman. He seleccionado un par de citas del último tomo que he acabado y quiero compartirlas con vosotros. La primera es un brindis, y como cómic es, qué mejor que mostraros la viñeta, escrita por Gaiman y dibujada por el estupendo Kelley Jones en una serie cuyo nombre aparece escrito en la misma:


La traducción no es la mismo en el recorte que os presento que en la edición que yo tengo; me gusta más la mía:

"Por los amigos ausentes, los amores perdidos, los antiguos dioses y la estación de nieblas. Al César lo que es del César y al Demonio lo que es del Demonio."

El brindis lo realizan Sueño, existente desde antes que los dioses mismos, y Hob, un hombre, casi amigo del eterno, que lleva campando por la tierra varios cientos de años y por tanto también es bastante experimentado.

La segunda cita es una suerte de definición que me ha llamado la atención, realizada por el propio escritor en un epílogo fuera del cómic:  

"Una historia es cualquier cosa que hace que el lector pase la página y que, cuando haya terminado de leer, no se sienta engañado. En mi opinión es la única regla crítica para una historia; por lo demás, todo vale."

domingo, 6 de mayo de 2012

ESPECIAL Starship Troopers (Tropas del espacio), RESEÑA: de Robert A. Heinlein (novela), Paul Verhoeven (película) y Basil Poledouris (música)

Voy a dar un rodeo para llegar al principio. Hace unos años, existía un grupo de correo de la editorial Gigamesh, en el que cada uno escribía lo que deseaba, prioritariamente sobre las novelas de dicha editorial, mas en realidad de cualquier tema. Aquella lista se convirtió en un fantástico foro abierto sobre la literatura fantástica y de ciencia ficción, del que aprendí mucho, y me dio a conocer gran cantidad de obras y autores. Allí, periódicamente saltaba a la palestra una discusión sobre un escritor y una de sus obras, que si era un fascista, que si la novela hacía apología de la xenofobia, que si en realidad no era ésa su intención… El escritor era Robert A. Heinlein, la novela Starship Troopers (Tropas del Espacio, 1959), y aquella lista de correo vivía grandes tiempos, repletos de argumentaciones inteligentes y discusiones interesantes. Después se hundiría con los clásicos y repetitivos ¿cuánto falta para [inserte aquí la siguiente novela de Canción de Hielo y Fuego]? y perdería casi todo su interés. No obstante, aún recuerdo aquellos enriquecedores debates, y os aseguro que no los había tan fieros sobre ninguna otra obra. ¿Qué quiero decir con esto? Pues probablemente que es la novela de ciencia ficción más polémica que se haya escrito... Y yo no la había leído hasta ahora. Mea culpa.



La historia nos suelta de sopetón con el protagonista, Johnny Rico, perteneciente al elitista cuerpo de la infantería móvil, en plena misión de guerra, vestido con su exoesqueleto de combate y armado con un arsenal atómico, una auténtica máquina de destrucción, matando extraterrestres en una incursión, para después saltar al pasado y ver cómo ha llegado hasta ahí, desde antes de dejarse reclutar, y pasando por diferentes estadios dentro del escalafón militar.

Johnny es un personaje plano, sin claras motivaciones ni fuertes opiniones, por diferentes motivos. El primero es el de convertirse a veces casi en un mero espectador de los acontecimientos que no los valore especialmente con el que el lector pueda identificarse más fácilmente, pero extraer sus propias conclusiones. Otro es el empezar como un trozo de arcilla sin forma para que el ejército pueda moldearlo con mayor facilidad. También así se facilitará el “viaje del héroe” a realizar por Rico. Este viaje estará íntimamente ligado al ejercito, no en vano Heinlein fue militar (llegó hasta teniente), si bien no combatió, lo que se nota le pesó. Sin embargo, es crudo y frío en sus descripciones de los hechos, tanto de los cadetes como de los soldados: no engaña a este respecto, suelen acabar muriendo, pero no puede evitar mostrar su profunda admiración tanto por los soldados como por oficiales, especialmente por la infantería móvil, esto es, por pequeños grupos de élite formados por muy pocos miembros (estilo marines), y exaltar sus valores de valentía, cohesión de cuerpo, integridad y compañerismo. De hecho es ésta una lectura recomendada por el ejército estadounidense, con lo que es innegablemente promilitarista.

Pero no nos engañemos, no viene de ahí toda polémica, sino solo una parte. La cuestión empieza a complicarse con las argumentaciones que Heinlein vierte a lo largo de la novela, por lo general poniéndolas en boca de instructores, oficiales o militares retirados. Por ejemplo, el servicio militar no es obligatorio, pero solo mediante el mismo se adquiere el derecho a voto y la posibilidad de ser votado y hacer carrera política. ¿Extremista? Sin duda, pero tampoco se hace crítica de quienes no optan por él, que pueden crecer socialmente con el único techo de no poder ocupar cargos públicos.

jueves, 3 de mayo de 2012

Revista pulp: Los zombis no saben leer X

Pues hoy os vuelvo a recomendar la revista Los zombis no saben leer, en este caso el número X, calentito y correspondiente a la primavera del presente año.


¿De qué va? Pues la dirección web de la revista ya es bastante indicativa: www.revistapulp.com, con lo que en sus páginas podréis encontrar un buen número de relatos ilustrados y hasta algún cómic de bien diferentes géneros, pero siempre con ese toque irreverente y esas ansias de entretener características del pulp.

Además, podéis encontrar un relato con mi firma estampada: De Jinetes y hombres, digamos que catastrofista, y del que si os contara algo más ya estaría hablando demasiado. Ya me diréis si os place.

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