lunes, 31 de enero de 2011

Obras maestras: M, el vampiro de Dusseldorf (1931)

Para todos los que adoramos al Hannibal Lecter de El Silencio de los Corderos, odiamos al John Doe de Se7en, nos reímos e inquietamos por igual con el Joker de El Caballero Oscuro, o en general recordamos a tantos psicópatas de película —y tantas películas bodrio de psicópatas nos hemos tragado sin querer queriendo—, no está de más recordar que todo empezó, en gran medida, con M, el vampiro de Dusseldorf (M, 1931).


En este film, no un vampiro sino un asesino de niñas, anda suelto por la ciudad alemana, creando una terrible alarma social, y las autoridades andan desquiciadas dando palos de ciego, lo cual ocurrió realmente e inspiró el guión.
Las crecientes presiones policiales van mermando la operabilidad de las mafias, que deciden también intentar atrapar al misterioso asesino. Y cuando policías, delincuentes y ciudadanos de a pié están al acecho… En fin, que habrá que ver la película.

M es sencillamente impresionante. Algunos planos-secuencia imposibles, y uno de los mejores juegos con el montaje que he visto, frenético pero elegantísimo. Estas sutilezas técnicas no hacen sino mejorar la calidad narrativa, siendo todos los personajes creíbles, bien definidos y con motivaciones razonables. En especial el asesino: el bajito pero enorme Peter Lorre.


Y es que Fritz Lang, el director, es uno de los mejores que ha dado este arte, haciendo mudo o sonoro, cine expresionista o film noir. Y él mismo consideraba a M su mejor película (¡Diablos!) Fue su primera obra sonora y de las últimas que realizó en Alemania antes de darle calabazas a Goebbels, quien le quería para la maquinaria propagandística nazi. Lang huyó.
En Alemania dejó un puñado de genialidades del expresionismo alemán imprescindibles además de ésta como Metropolis, o El testamento del doctor Mabuse, quizá los primeros largos de la historia de la ciencia ficción y del fantástico, respectivamente. Ahí es nada.

Es imperativo ver M, ya no por homenajear a Fritz Lang, ni por sus escalofriantes claroscuros y su fotografía que es una explosión creativa, ni por ser una de las precursoras del género, ni siquiera por su trepidante ritmo narrativo, sino porque es una película endemoniadamente entretenida. Bueno, y por todo lo anterior también.

martes, 25 de enero de 2011

RESEÑA: (Per)versiones. Historia.

He de reconocer que leí el primer número de esta iniciativa ( (Per)versiones. Cuentos populares) sin saber lo que esperar y eso me hizo disfrutarlo bastante, por su mala baba, por su escritura impecable, y sobre todo por su negro sentido del humor. En ese número cogían cuentos por todos conocidos y les daban media docena de centrifugados, de tal manera que los elementos seguían ahí, pero estaban conectados de diferente forma, esto es, habían sido pervertidos: llevados al futuro, al presente o a otro mundo, cambiándoles el sentido, la moraleja, el final...
En los foros de sedice, que es donde surgió la idea, se le ha dado continuidad, y así ha llegado este segundo número, (Per)versiones Historia, donde se pretendía hacer lo mismo con algunos momentos de la historia y contemplar las consecuencias. Vamos, una colección de ucronías y rellenos de algunas lagunas históricas de las formas más creativas posibles.


Esta vez el efecto sorpresa de la antología ya se había pasado, y quizá por eso no me ha dado tanta sensación de frescura. Por eso y por dos motivos más. El primero que el tema inicial era, en mi opinión, insuperable. Subrayo lo de mi opinión porque en concreto para mí, las versiones de cuentos siempre han sido fascinantes. Recordad que ya escribí aquí El rey del bosque (con buena acogida), que al fin y al cabo eso es lo que es. El segundo motivo es de otra índole: en gran parte de los relatos de la colección tengo un desconocimiento considerable del suceso pervertido, y sólo unos pocos llevan un epílogo explicativo. Y no me tengo a mi mismo por un analfabeto histórico, dentro de que cursé ciencias puras, pero creo que este es el gran handicap a superar aquí para que el lector pueda apreciar en cada relato el esfuerzo realizado por su autor.
Aun con todo en casi todos se tiene cierta idea de lo que ocurrió, los escritores tienden a ser asequibles, y en el peor de los casos siempre se puede disfrutar del relato per se, pues si hay algo que no ha cambiado respecto al primer número es la cuidada calidad literaria.
Paso ahora a comentarlos, uno a uno, al menos una ráfaga por cada uno:
Ediacara (Héctor Gómez Herrero): Perversión que desde la antigüedad más lejana viene a romper las cabezas de los paleontólogos de ahora
El evento Toba (Joseph Martin Brown): Revolucionaria e interesante posibilidad antropológica.
La nariz de su majestad (Jorge Asteguieta Reguero): Curiosa explicación de la creación de uno de los monumentos más célebres de Egipto.
Antes muerta que sin Sila (Virginia Pérez de la Puente): Buen cuento, que narra el sitio numantino desde una perspectiva bien diferente a la acostumbrada.

domingo, 23 de enero de 2011

Homenajeando Historias

Muchos de los que me conocéis me habéis escuchado hablar, no sin pasión, de un programa que escuchaba hace años en Radio Nacional de España los domingos de madrugada. El nombre del mismo era Historias, y lo dirigía el escritor, periodista y locutor asturiano Juan José Plans, cuya voz jamás olvidaré.


En la wikipedia podéis encontrar amplia información sobre el programa. Baste decir que en él realizaban adaptaciones radiofónicas de muchos clásicos de la literatura universal, prestándole especial atención a los géneros de terror, aventuras, misterio, y ciencia ficción. Además, no sólo realizaba estupendas dramatizaciones de relatos y novelas clásicas, sino que también cumplía una labor didáctica al contarnos lo que necesitábamos saber acerca de los autores, de una forma amena, a unos oyentes que aún no vivíamos en la sociedad de la información tal y como la concebimos hoy, y saber ciertas cosas no era tan sencillo como seguir un par de enlaces de la wiki, como os he puesto yo aquí.
Por otro lado también animaba a todos a enviar sus propios cuentos para que ellos hicieran la adaptación en unos programas especiales llamados Historias Magazine. A mí particularmente me animó a darle a la tecla, y seguro que a otros miembros del Club Historias, que es como nos llamaban a sus oyentes, también.

Pues no sólo dejó marca en mí, sino que también lo hizo en mucha más gente. Un ejemplo de ello podéis encontrarlo en Miedoteca, un blog que es también bastante más, en el que se pueden recuperar muchos de aquellos programas, e incluso se han animado a grabar alguno nuevo con el mismo formato. Pasad por allí, y si tenéis un rato escuchad alguno para que vuelva esa magia a vosotros, para como decía Plans, pasarlo de miedo, con miedo.

martes, 18 de enero de 2011

Nuevo trailer y fecha de estreno de Juego de Tronos, la serie.

Pues sí, ya hay fecha para la premiere, y no es otra que el 17 de abril. Por supuesto hablamos de Estados Unidos. Aquí me imagino que tardará un poquito más, aunque los derechos ya tienen propietario en España: canal plus. A veces los capítulos de una serie tardan en traducirse y emitirse días, ahí tenemos los ejemplos de Flash Forward o del final de Lost, pero no es lo común, además no debemos engañarnos, canal plus lo emitirá en cerrado, no sería lógica tanta presteza. Más bien esperemos meses para verlos en castellano, o emplear los recursos de la red de redes para hacer el visionado unos días después, en inglés, subtitulado si se desea.
Por supuesto, para las últimas novedades de la serie, podéis visitar la página oficial, en la que por cierto podemos encontrar un nuevo trailer, que aquí os dejo (os recomiendo verlo en calidad HD):




Dura un minuto escaso, pero está muy bien. Ahí va también otro trailer anterior, subtitulado en español:




Y quizá lo más interesante, también en HD os enlazo un pequeño reportaje sobre la producción de la serie que existe desde hace tiempo, Inside Game of Thrones, ahora subtitulado en español:



Y para acabar una curiosidad: aquí podéis ver las localizaciones de rodaje en google maps.

Obras maestras: El hombre que pudo reinar (1975)

Como dije hace poco, este año voy a hablaros más de cine. Mi idea es no ir con una idea prefijada para ello a la hora de escoger la materia concreta. Sin embargo si que me gustaría comentar no exhaustivamente películas de siempre, que según mi criterio son obras maestras. De ahí la etiqueta, por llamarlo así, la nueva sección dentro del blog. Y qué mejor manera de empezar que con un film basado en una obra literaria ya mencionada aquí.
Cuando hace unos meses reseñé la colección El hombre que pudo reinar y otros cuentos, empecé hablando así de su autor: "Hay escritores que se han ganado el tener su nombre escrito en letras de oro en el hall of fame de la literatura, y Kipling es uno de ellos". Ahora, que voy a hablar de la película basada en el relato principal de aquella antología, podría decir exactamente lo mismo de su máximo responsable.
Y es que hay directores cuyo trabajo hay que conocer si te va este arte que es el cine, que te pueden gustar más o menos pero su obra es sobrecogedora en cantidad y calidad, superiores a cualquiera de la actualidad (quizá media docena, dentro de unos cuantos años, puedan serlo si siguen así), y uno de ellos fue John Huston. Para que os hagáis una idea, debutó de forma rutilante en el 41 con El Halcón Maltés, considerada la joya de la corona del policíaco y su último film fue Dublineses en el 87, una pequeña e intimista maravilla que reflexiona sobre la muerte, basada en Los muertos de Joyce. Tocó todos los géneros, a veces deslumbró, otras no fue entendido, y las menos hizo como mínimo buenos entretenimientos. De entre todas sus obras, quizá no la mejor, pero casi seguro mi favorita es El Hombre que Pudo Reinar (The Man Who Would Be King, 1975).


Simplificándolo un poco, es una película de aventuras diferente a cualquier otra, acerca de dos soldados ingleses de fuerte carácter, gran carisma y valentía ilimitada, que inician una ambiciosa exploración llena de peligros en una región cercana a la India, la cual les llevará a vivir unas experiencias más allá de las que las mentes más calenturientas podrían imaginar, contada por un narrador de lujo, Rudyard Kipling, interpretado por Christopher Plummer. Estos dos amigos son Michael Caine en uno de los dos más grandes papeles de su carrera y Sean Connery en el mejor según mi punto de vista. La química entre ambos es tremenda, quedando plasmada en unos diálogos divertidos a la par que brillantes, que muestran una complicidad perfecta entre ambos y van conformando un guión soberbio, lleno de matices y cuestiones genuinamente planteadas. Una espectacular adaptación y ampliación del genial relato, que brilla con luz propia.
Además, es un film que no se olvida fácilmente por la fuerza de la mirada de Huston, especialmente en las escenas de masas (sobre todo las secuencias finales me impresionaron como cinéfilo) y por la principal reflexión a la que incita al espectador, que tras verla, sigue preguntándose una y otra vez: yo que hubiera elegido ¿ser dios o rey?

sábado, 15 de enero de 2011

RESEÑA: La primera ley I: La voz de las espadas, de Joe Abercrombie

No es La voz de las espadas de Joe Abercrombie, una novela normal de fantasía heroica, o quizá sí. No es normal en el sentido de que no es una historia trepidante y llena de aventuras convencionales, con buenos buenísimos y malos malísimos pugnando por salvar y condenar el mundo respectivamente. Pero reconozcámoslo, el mundo ha cambiado, lo siento en el agua, lo siento en la tierra y en el aire, pero sobre todo lo he notado en mis lecturas de los últimos años, en las que los buenos no son de color blanco ni los malos de color negro, si un personaje obra bien puede morir por ello, o desencadenar una terrible cadena de consecuencias. Podemos conocer a alguien como malvado e incluso repulsivo y después enamorarnos de ese carácter y esa debilidad. Un demonio puede ser bondadoso y un ángel, un verdadero exterminador sin piedad. Bajo la óptica de este cambio experimentado en las formas del género, La voz de las espadas si es una novela normal, hija de este momento.


Dicho lo dicho es inevitable llegar al momento de las referencias que acabo de sugerir. No, no tiene Abercrombie la increíble y folletinesca capacidad de enganchar de Canción de Hielo y Fuego. Tampoco el talento nato en la narración ni el crudo sentido del humor de Geralt de Rivia. Ni sus textos están tan exquisitamente cuidados, repasados casi hasta la perfección formal de El nombre del viento. Pero lo cierto es que la novela es considerablemente adictiva. Y está bien escrita, y con buenas dosis de humor negro. Y también está cuidada. Así, aunque no está a la altura de George R. R. Martin, Andrzej Sapkowski, ni Patrick Rothfuss, tiene detalles que me recuerdan a los tres, sin llegar a imitar el estilo de ninguno de ellos. Y esto en sí es más que suficiente para darle mi voto de confianza a esta saga, con ciertas reservas que ahora comentaré.

miércoles, 12 de enero de 2011

Midiendo aceros: Historia de los mejores duelos con espada del cine

Hay pocas cosas que tengan más encanto que un duelo a espadas entre dos aguerridos combatientes. En una novela suele ser uno de los puntos álgidos, y son obligados ya no solo en los duelos de la actualidad (Sapkowski, Martin, Rothfuss, Abercrombie, ... o Pérez-Reverte o Negrete), sino de referencia en los mejores folletines, que con el permiso de Homero, probablemente los hicieron parte del imaginario colectivo del lector. ¡Gracias Dumas!

Sin embargo, aunque cuando tengo delante de mí este tipo de narración reconozco que se dispara mi velocidad de lectura, difícilmente se me ponen los pelos de punta como lo hacen cuando estoy viendo una buena lucha en una película, sobre todo si es en el cine. No se si será la melodía épica de fondo, el rechinar de las espadas chocándose entre ellas, o con violencia contra los escudos, o con mayor probabilidad que es un terreno en el que el dinamismo inherente a la imagen en movimiento, vence al de la palabra escrita. Y es sin duda gracias al cine que ya no solo tan gratos momentos forman parte del imaginario colectivo, sin exclusividad para los lectores.


Pues he descubierto, gracias a una nueva seguidora de Cree lo que quieras (gracias, Ángeles), un estupendo artículo de Israel Sánchez Vicente, dividido en dos partes, sobre los duelos a espada a lo largo de la historia del cine. Por supuesto no puedo hacer yo otra cosa que no sea pasároslo a vosotros.

En la primera parte del mismo, Cine de espadas 1: el espadachín clásico, nos ilustra acerca de la evolución, desde el cine mudo, con el mítico Douglas Fairbanks, hasta la edad de oro del género, hablando no solo de películas y actores, sino también de escenas o entrenadores, y haciendo una parada justa en mi idolatrado Akira Kurosawa.

Os dejo con el que para muchos es el mejor duelo a espada rodado jamás, y no los culpo, es sencillamente genial. Se trata del duelo final de El prisionero de Zenda, correspondiente a esta época dorada:





Impresionante, ¿no? Es uno de los tres o cuatro que más me gustan, junto a los de Scaramouche y Ivanhoe, si bien este último no es a espadas.

lunes, 10 de enero de 2011

Korgoth of Barbaria (o Conan muy, muy pasado de rosca)

Si has pasado por este blog, seguramente te interesará la fantasía heroica.

Entra por otro lado dentro de lo probable que también tengas un sentido del humor bastante negro, que te carcajearas viendo Tu madre se ha comido a mi perro de Peter Jackson o la trilogía infernal de Sam Raimi (Posesión Infernal, Terroríficamente muertos, El ejército de las tinieblas).

Si es así, sigue leyendo. Si te gustan las parodias, también, y es que no la hay mejor en concreto de Conan el bárbaro y en general de la espada y brujería que Korgoth of Barbaria, el capítulo piloto de la serie de animación para adultos que nunca fue, y que sin embargo ya se ha convertido, con justicia, en objeto de culto.

Los responsables de estos dibujos deliberadamente toscos y sucios no pueden ser más bizarros. Por un lado Aaron Springer, uno de los responsables de nada más y nada menos que Bob Esponja, (¡!), y el siempre genial Genndy Tartakovsky, creador de la magnífica serie Samurai Jack. Siguiendo la trayectoria del segundo di con esta pequeña maravilla que se ríe sin parar de los tópicos del género, del maleducado guerrero extraordinariamente sangriento, de los combates con vísceras chorreando por uno y otro lugar, de las jovencitas de formas redondeadas, menos que escuetamente tapadas por bikinis minúsculos, ... Pero sin duda alguna es mejor que me calle ya y lo veáis vosotros mismos:

(está subtitulado en español, pero si domináis el inglés, os será fácil encontrarlo sin subtítulos)





viernes, 7 de enero de 2011

¡Soy centurión!

Sí.
Ya van 100 entradas en Cree lo que quieras.
Y a seguir sumando.

Quiero seguir reseñando los libros de éstos, nuestros géneros, que vaya leyendo. Y por supuesto, seguir escribiendo relatos aquí, ya que no en vano comencé este proyecto para dar a conocer al mundo mundial, también conocido como los cuatro gatos que os pasáis por aquí, cuatro muy queridos gatos. Reseñas y relatos. Esa es la base.

Por supuesto, también más historias, que sobre sólo dos patas sólo las cosas se caen. Y con historias no me refiero a mi programa favorito de radio (aquel de RNE los domingos por la noche que tanto me animó a escribir). Cine. Sólo lo toco de vez en cuando, cuando en realidad creo que es de lo que más fácilmente podría hablar. Quiero hablaros más de películas y de series. Por ejemplo quiero recomendaros sin extenderme en demasía algunas de las mejores películas que he visto, y que no todo el mundo conoce bien. Ya lo iré haciendo próximamente.

Mis ya clásicas citas de otros autores, que veo que la gente las busca bastante por google. Especiales, como los de Geralt de Rivia o las películas de El Señor de los Anillos. Noticias y sugerencias, y no sólo sobre George R. R. Martin, sus novelas y la serie de la HBO, aunque también. De webs y hallazgos interesantes de los que me vaya enterando. Actualizo la lista de enlaces de la derecha con frecuencia, por cierto. Y, por supuesto, también sobre mis pequeños logros, caso de producirse: aprovecho para comentar que han seleccionado mi microrrelato El extraño despertar de Mary Shelley dentro del Certamen Escritores en su Tinta del Portal del Escritor, con una mención del jurado, y lo publicarán junto a los ganadores y las otras menciones. Un cuentecito fantástico -no el único-, seleccionado entre una lista de 421 generalistas. Estoy muy contento. Hasta me voy a permitir el lujo, diría que por primera vez, de poner un emoticono en una entrada. :D

Y también escribiré sobre lo que vosotros queráis. ¿Alguna sugerencia? ¿Algún comentario?

miércoles, 5 de enero de 2011

MICRORRELATO: Reflejos

Él lo leyó en un relato. De Cortázar, o de Borges, no recordaba muy bien ya, pero la idea viajó a su cabeza con billete de sólo ida. Primero como una curiosidad, como una gracia más estética que otra cosa. Como divertimento inocente empezó a llevarla a cabo, y cada vez que montaba en el cercanías o en el metro, miraba el reflejo en el cristal de la ventana de enfrente. Buscaba unos ojos, los de ella, que encontraran su mirada, porque también la estaban buscando. A veces se cruzaba con unos más persistentes de lo habitual, pero ningunos se detenían más de unos segundos, por la vergüenza del vouyer cazado, por mirar a otro lugar, por casualidad, quién sabe porqué.

Ella no lo había leído en ningún cuento, sencillamente lo tenía como entretenimiento romántico desde que podía recordar, y le gustaba pensar que algún día alguien la encontraría en el espejo, le sostendría la mirada durante todo el trayecto, y ése, ¿por qué no?, sería su príncipe azul. Pero los príncipes azules no existían y por ello ninguno jugaba con ella con esas reglas.

Quiso el destino que ambos se sentaran juntos una vez. Él clavó sus ojos en los de ella en el cristal de enfrente. No había nadie sentado en el otro lado, la visión era nítida. Los ojos de ella empezaron a bailar mirando a uno u otro lugar, saltando de una persona a otra. La mirada de ella buscaba cómplice otras miradas; él se dió cuenta y se puso ligeramente ansioso. Por fin llegaron hasta los suyos. Durante una fracción de segundo se encontraron. Y después los de ella pasaron de largo y se posaron más allá.

Una lástima, otra oportunidad perdida. Por curiosidad siguió la persistente mirada de ella, para observar que había reclamado su atención. Era un tipo que se fijaba en sus propias manos sin disimular el aburrimiento. Era más guapo que él.

lunes, 3 de enero de 2011

RESEÑA: Crónicas Marcianas, de Ray Bradbury

Es curioso ver como a veces, por leer cosas más de moda o actuales, nos dejamos en la estantería otras imprescindibles, y no podemos olvidar que, aunque ahora hay libros excepcionales —tampoco muchos—, sólo hay obras maestras en el pasado, pues el tiempo ya las ha juzgado en su justa medida. Así, por ejemplo, conozco a bastante gente que ha alucinado con Canción de Hielo y Fuego, y sin embargo ni ha leído, ni piensa hacerlo, El Señor de los Anillos.
Esto mismo pasa con Crónicas Marcianas (1950), de Ray Bradbury. Sí, seguramente muchos lo habéis disfrutado ya. A mí no me da vergüenza reconocer que no lo había hecho. No me da vergüenza porque afortunadamente ya he subsanado ese error, claro.



El bueno de Ray tiene estilo propio, pero ineludiblemente me hace pensar en algunos otros autores. Me recuerda a Wells y a Dick en sus ideas brillantes, a Heinlein en la firmeza con que maneja la narración y sobre todo a mi idolatrado Fredric Brown en su sentido del humor, que oscila entre la broma inocente y la sátira devastadora. Me hace pensar en los cuentos cortos de Brown especialmente en estas Crónicas Marcianas, ya que se pueden entender como colección de relatos independientes, que claro está, juntos conforman un conjunto formidable contemplable como una obra global. No en vano Bradbury se crió literariamente mamando de y hacia las revistas pulp, y esto se nota aquí. En cualquier momento el lector puede revisitar cualquiera de los relatos de manera puntual, y tiene regusto a Weird Tales. Luego está la cuestión particular de que su obra mueve a la reflexión. A veces demasiado obvia, pero tampoco sin tomar al lector por un simplón. Primero está la narración, una aventura interesante, a veces retorcida o chocante, casi siempre muy original, y cuando uno la acaba se pregunta: ¿por qué tengo miel y cenizas en la boca? Pues la miel porque la historia te ha encantado, y las cenizas porque en el trasfondo de la misma, algunas veces hay escondida una sensación de soledad brutal, de pesimismo que de unas pocas palabras se extiende a la humanidad.

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