viernes, 25 de noviembre de 2011

RESEÑA: El temor de un hombre sabio, de Patrick Rothfuss

Supongo que lo primero que tengo que decir de El temor de un hombre sabio es que es el libro que con más ilusión he esperado de los últimos años, confiando y deseando que fuera, exactamente, lo que ha sido.
No digo con esto que se trate de una obra perfecta, tiene algunos defectos más o menos claros, pero sí digo que me encanta, y la verdad, no sé decir por qué. Sí que existen multitud de razones que explican el por qué me gusta mucho, pero ese salto de calidad de “gustar mucho” a “encantar” tendré que dejarlo en un intangible de subjetividad.


He dicho que tiene algunos problemas. El primero es evidente, pero mucho menos de lo aparente: es un mamotreto de 1.200 páginas que pasa de largo del kilo, con lo que no es el libro más cómodo de leer. Pese a su extensión, mucha gente dirá que no cuenta nada, que se podría haber quedado en la tercera parte. Yo no estoy para nada de acuerdo, pero sí creo que fruto del éxito mundial de El nombre del viento ha ocurrido un curioso efecto. Supongo que el autor tuvo que realizar para la primera parte de la Crónica del Asesino de Reyes un enorme esfuerzo de síntesis. Por si no lo sabéis, la trilogía ya está escrita y ocupa varios miles de páginas. Lo que Rothfuss hace ahora es revisarla y reescribirla entera. Supongo que con la primera parte tuvo que reducir bastante para que resultara más comercial, pero como ésta fue un bestseller, no habrá tenido tanta presión para la segunda. Así, con el ceño fruncido reconozco que probablemente podría haber contado lo mismo, igual de bien, en 300 páginas menos. Pero con una sonrisa, como lector egoísta que soy, cuanto más me den de lo que me gusta más me dura y más disfruto, qué le voy a hacer.


sábado, 19 de noviembre de 2011

MiNatura: la oportunidad de los microrrelatos.

  Tiempo ha que os vengo recomendando de tanto en cuanto la revista digital MiNatura. He de reconocer mi admiración por el trabajo que en la misma realizan Ricardo Acevedo y Carmen Signes. Han logrado asentar esta publicación, que día sí y otro también da oportunidades a escritores no muy rodados, para que echen a andar  en el a veces cruel mundo de las publicaciones, con microrrelatos de un máximo de 25 líneas. Así logran dar lecciones de concisión por un lado, y echar (echarnos) una mano a quienes no nos resulta sencillo ver nuestros cuentos más allá de nuestro disco duro. Algunos escritores leeréis esto, os animo  con MiNatura, a la que guardo gran gratitud y respeto. Y no solo el mío: este año ha estado nominado a la mejor revista dentro de los premios Ignotus, ahí queda eso.  Por otro lado, no debéis creeros que se trata de una amalgama de cuentos sin ton ni son. Cada número de la revista está contemplado como un dossier con una temática determinada, sobre la que además de los microrrelatos de buena calidad se suelen incluir interesantes artículos e ilustraciones sobre el tema y últimas novedades del género.
  Con el último número, por ejemplo, nos encontramos con un especial sobre el gran Isaac Asimov. Haciendo clic sobre la portada podréis acceder al mismo y descargarlo gratuitamente.


  Por cierto, que si le echáis un vistazo al pdf, podréis encontrar mi relato Fantasmas, un homenaje a La Fundación de este genio de la ciencia ficción.

  Pero no todo queda ahí, sino que además de la revista bimensual, en ocasiones realizan concursos (también de microrrelatos de 25 líneas) y hasta tienen la valentía de publicar un libro con los ganadores. Para saber más, podéis hacer clic sobre la portada del mismo, titulado El día de los cinco reyes y otros cuentos, que incluye al ganador y a los finalistas, entre los que tengo la suerte de hallarme con mi microrrelato La voz de la Muerte, homenaje a otro gran maestro: Terry Pratchett. Eso sí, esta vez es en papel, con lo que no es gratis.


  Y por cierto, ya que hablamos de concursos, he de aprovechar para dar aquí las gracias a todos los que votasteis mi relato Carnaval de sombras, finalista de la cosecha Eñe 2011, para el premio del público (diferente del premio del jurado). Han sido 76 votazos que agradezco una barbaridad. Evidentemente no gané (tampoco el del jurado, mi relato era demasiado de género como para ser si quiera tenido en cuenta), pero un puesto 14 de bastantes más de 300 finalistas, la verdad, anima considerablemente.

martes, 15 de noviembre de 2011

Stardust (2007), de Matthew Vaughn

No es tarea fácil realizar una adaptación de una buena novela al cine, pero Stardust es ejemplar en este sentido.


Veámoslo con un poco de perspectiva, esto de las adaptaciones de obras fantásticas. Si el libro es malo, la peli será casi siempre mala (saga Corpúsculo). Ante obras literarias que pasen por poco de correctas, las películas andarán también por ahí (Harry Potter, con sus más y sus menos). A veces se obtienen productos mediocres de materia prima (discutiblemente) buena, como las aburridas versiones cinematográficas de Narnia. O partiendo de algo indiscutiblemente bueno para acabar traicionando su espíritu en una amalgama fallida, como en Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton. Otras veces se nace de una obra maestra como La Iliada y llegamos a Troya, un producto muy irregular, con momentos brillantes y otros rayando lo irrisorio. Muy pocas veces el resultado brilla con luz propia, pero las hay. Pensemos en El Señor de los Anillos, obra cumbre del fantástico escrito y también extraordinarias películas. ¿Cuál es el secreto? Pues no abandonar nunca el espíritu original, pero tener siempre presente que se trata de una adaptación, un cambio radical de lenguaje para el cual se pueden y deben tomar ciertas licencias: suprimir capítulos, cambiar personajes, reforzar o minimizar, pues lo que funciona en el papel no necesariamente lo hace en la pantalla, y viceversa. El Señor de los Anillos hace esto exactamente, y Stardust, salvando las distancias, hace lo mismo.

Gran cantidad de pasajes son exactamente los mismos en la novela de Neil Gaiman y en la película de Matthew Vaughn, aquellos que funcionan en los dos medios. Es evidente que si tienes un momento brillante, un diálogo mágico, sería estúpido no emplearlo tal cual. Otros han sido suprimidos, pues aportarían poco más que trasfondo a cambio de pesar demasiado en el ritmo cinematográfico. También se suprimen personajes por éste motivo. Y por supuesto se refuerzan o transforman otros, como el de Lamia o el del capitán Shakespeare, inexistente en el libro y que funciona a la perfección en la pantalla, siendo el eje del romance. También hay cambios importantes en la historia, con un clímax final bien diferente, sencillamente porque el decrescendo del libro no hubiera funcionado, por razones evidentes, pero que no señalaré por no desvelar nada.

Para haceros una idea del tono, basta con esta importante escena del inicio del film, con Peter O’Toole como rey de Stormhold, Mark Strong como príncipe Septimus y Rupert Everett como Secundus. Llena de humor negro; vaya la calaña de algunos de los personajes:

domingo, 6 de noviembre de 2011

RESEÑA: Stardust, de Neil Gaiman

Hace unas semanas os hablaba mediante un ejemplo práctico de los placeres de la lectura, señalando uno de esos deliciosos momentos en los que, como lector, tras disfrutar de unas bellas palabras del libro que en ese momento tenía entre manos, me había visto obligado a levantar la vista del papel para paladearlas, disfrutando todo lo posible de aquella inspiradora experiencia lectora. Si queréis leer el texto exacto, fue ÉSTE. La novela en cuestión era Stardust. El responsable de la misma, Neil Gaiman, uno de los autores favoritos de este blog.


Stardust tiene un formato de cuento largo episódico, en un tono amable y con una escritura pulcra y cuidada, engañosamente simple. Tanto en estilo como en temática Stardust recuerdan a uno de los escritores favoritos de Gaiman: C. S. Lewis. Una historia fantástica disfrutable por todos los públicos, pero sin la intención moralizante ni las alegorías religiosas del creador de la célebre saga de Narnia.

La historia, si bien no es excesivamente original a priori, sí es muy imaginativa a poco que profundicemos. Existe un pueblo inglés llamado Muro precisamente por la existencia de un muro en el mismo. En éste hay un paso al País de las Hadas, que cruzará el joven de pasado incierto Tristran Thorn, como su padre hizo años atrás, con un firme propósito, pero en realidad al encuentro de un futuro aún más incierto.

O sea, la típica historia de un ingenuo joven en busca de aventuras que provocarán una profunda transformación en él. Hasta ahí todo es más o menos un Alicia en el País de las Maravillas estándar, si es que esto existe, pero ahora es donde entra en juego la inagotable imaginación de Neil Gaiman y su pericia para contar historias y construir personajes carismáticos.

martes, 1 de noviembre de 2011

Música épica. Stardust (2007), de Ilan Eshkeri

Pronto hablaré de Stardust, obra literaria, novela ilustrada y película, todas ellas estupendas, pero para iniciar este Especial Stardust, qué mejor manera de entrar en ambiente que con la banda sonora que acompaña a la película, del casi desconocido compositor Ilan Eshkeri.

En concreto el tema épico escogido para esta casi nueva sección musical es Septimus (dedicado al villano homónimo de la película interpretado a la perfección por Mark Strong), con el que me resulta difícil imaginarme una escena que no sea la de un jinete cabalgando hacia la aventura:




Una canción que difícilmente puede transmitir un sentimiento más épico en menos tiempo, ¿no os parece?
¿Y el resto de la banda sonora de Stardust? Pues a un servidor le encanta, primero por cómo se encuadra dentro de la película, segundo por cada canción independiente. Muchos más temas vibrantes al estilo del anterior, agradables melodías ligeras para los momentos amorosos, amén de alguna canción para los momentos de mayor peligro. Voy a poner una de éstas, Lamia's Inn, que acompaña a uno de los mejores momentos de la película, para hacer una curiosa comparación :




¿No os recuerda, a partir de los tres minutos, a Vampire hunters, uno de los temas más intensos y memorables de Wojciech Kilar, de la magistral Drácula de Bram Stoker de Coppola? Aquí podéis escucharla. Digna de esta sección de Música Épica:



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