domingo, 26 de febrero de 2012

Arthur Mortimer dixit (VI)

A lo largo de mis días he pensado y pienso tanto en la muerte, en mi propia finitud, que creo esta presencia oscura se ha manifestado filtrándose por ósmosis en la inmensa mayoría de mis personajes protagonistas, que acaban habitualmente muriendo y siempre sufriendo. 

Cuando por algún extraño azar alguno sobrevive y termina entre las páginas de un final feliz, es porque esa idea ha surgido del mundo de los sueños, esto es, de mis deseos más luminosos.  Estos relatos resultan bonitos, sí, pero tan abracadabrantes que incluso a mí me parecen cuentos de hadas ajenos a mi pluma.


Arthur Mortimer, Conversaciones con un espejo de medio cuerpo.

martes, 21 de febrero de 2012

Música épica. Conan el bárbaro (1982), de Basil Poledouris

No lo voy a hacer, pero podría hablar largo y tendido tanto de esta gran película como de su banda sonora, que no solo considero una obra maestra sino también, probablemente, mi favorita, y os aclaro que lo segundo es casi más que lo primero, pues escucho multitud de bandas sonoras más allá de las películas a las que acompañan.

La partitura de Conan el bárbaro (1982), a cargo del gran  Basil Poledouris es un magnífico acompañamiento a las imágenes, mas para escucharla aparte, me parece sencillamente maravillosa (aún más en su versión extendida), y con varios temas épicos muy dignos de esta sección. Muchos la conoceréis y pensaréis directamente en el clásico Anvil of Crom que abre la película, en especial en su versión acompañada por la narración inicial, y no os quitaré la razón, pero si cabe me gusta todavía más la unidad formada por las dos mitades perfectamente enlazadas que supone Riddle of Steel / Riders of Doom, que aquí os presento en una curiosa versión en la que el propio compositor (al que quizá algún día vuelva) dirige a la Filarmónica de Andalucía:





Un tremendo crescendo aderezado con unos coros casi wagnerianos y una explosión final.

Para escucharla con perfecta acústica (por aquello de los arreglos del estudio), podéis hacerlo en la versión del disco, que insisto, merece mucho la pena entero:


miércoles, 15 de febrero de 2012

RELATO: El proceso

A pesar de la extrema pulcritud de la estancia en que se encontraban, algo desprendía un ligero olor a ozono alrededor de la aséptica mesa triangular que constituía el único mobiliario. El aroma no procedía de la habitación, sino de los dos alienígenas que quedaban suspendidos sobre el aire en dos de los tres extremos de la mesa.

El vértice más elevado correspondía a la personalidad de mayor rango, por lo que era ocupado por el juez titular del tribunal más antiguo del universo. Se trataba de un oriundo de Vega, con imponente cuerpo de medusa de tres metros de diámetro, flotando arrogante mientras dejaba su poderoso tentáculo único mecerse bajo el cuerpo como una bandera al viento. En otra esquina y en representación de la acusación, un insectoide del sistema Próxima Centauri de apenas un par de palmos, frotaba en un murmullo desagradable sus antenas superiores. El otro ángulo apuntaba inculpador hacia el tercero en la sala, humano: el gobernante primero del planeta Tierra.

- Nos hallamos reunidos, en convocatoria extraordinaria de la Corte Penal Interplanetaria en el juzgado móvil número 9 del Espacio Exterior ubicado en la Luna, satélite natural del planeta Tierra –rompió el silencio el juez con un grave gorgotear–, planeta acusado de crímenes de guerra, genocidio, y exterminio de la especie jaluriana natural del planeta Jal del sistema Alfa Centauri A. ¿Cómo se declara el gobernante primero del planeta en nombre del mismo?
- Ino... –comenzó a hablar el humano, pero tuvo que aclararse la garganta, picajosa por el contacto con el ozono–. Inocente de todos los cargos.

viernes, 10 de febrero de 2012

RESEÑA: El sueño de los dioses, de Javier Negrete

Realicemos un símil cinematográfico. ¿Cuál es el problema de El Padrino III? Es una película magnífica, repleta de escenas memorables, muchas de ellas fabulosas, bien interpretada, guionizada y dirigida. ¿Por qué razón, pues, está considerada como menor? El motivo salta a la vista pues lo lleva en el nombre: es la continuación de El Padrino I y II, que son indiscutibles obras maestras, por lo que magnífica se queda corto. Salvando las distancias, con El sueño de los dioses, Javier Negrete escribe una más que buena novela, pero tiene el problema de sus predecesoras, La espada de fuego, que es muy buena, y sobre todo El espíritu del mago, excelente.


El sueño de los dioses está muy bien escrito y tiene momentos de gran brillantez, a la altura de los mejores de la saga de Tramórea, mas le pesa demasiado ser una continuación directa del fantástico clímax de su predecesora por diversos motivos. Naturalmente, después del subidón de la compleja batalla final que le precede, ha de sobrevenir una calma que pesa en demasía sobre la narración. Obliga a un arranque de novela muy calmo que a veces se antoja perezoso. Además, trata demasiado de volver sobre los pasos de la citada batalla para ir atando cabos sueltos, que quizá podrían haberse evitado empleando más elipsis. También se introduce una subtrama poco atractiva (la de Ariel y las Atagairas), que si bien tiene su razón de ser narrativa, que más adelante se hará evidente, a priori no convence al lector, pues parece algo repetitiva, dando cierta sensación de relectura. Otra sensación es la de inconclusión: las anteriores partes eran relativamente autoconclusivas, mientras que ésta queda capada más bruscamente. ¿Exigencias editoriales para optimizar ventas? ¿Demasiadas páginas en una trilogía que por ello se transforma en tetralogía? Hasta aquí, todo lo que no me ha convencido, y es que a partir de algo menos de la mitad del libro se producirá un punto de inflexión desde el cual la novela ganará enteros, llegando al nivel sobresaliente que Negrete alcanzó con la anterior parte de la saga.

Es éste el momento en el que os sugiero que si no habéis leído las dos primeras partes, os saltéis este párrafo y el siguiente, pues aunque no desvelaré ningún detalle importante de El sueño de los dioses, sí que daré por leídas las dos entregas anteriores. Recordemos que nuestro protagonista, Derguín Gorión, unos días antes cronológicamente del inicio de esta parte, tuvo una grave confrontación con el señor de Etemenanki, aderezada por la siempre vil presencia del brujo Ulma Tor. Debido a ella, y de alguna manera, se rompió la barrera que separaba, o quizá protegía a Tramórea de los temibles dioses, residentes en esa suerte de Olimpo que es el Bardaliut. Esto implica que a lo largo de la presente narración los dioses entrarán a formar parte de la ecuación como algo más que intangibles objetos de culto. Es justo a partir de ese momento desde el cual la historia ganará enormemente en interés, regresando a la dinámica de la brillantez, atrapando al lector irremediablemente hasta la última página, desde la que correrá hacia la siguiente y última parte de la saga.

lunes, 6 de febrero de 2012

MICRORRELATO: Causalidad

El fotón despistado golpeó frontalmente a un electrón fuera de onda, que aprovechó para saltar furtivo hasta una molécula de hidrógeno y oxígeno, necesitada de un empujoncito para convertirse en agua. Fue la única que restaba para que destellara el ápice de brillo en los ojos de él, que inflamó por fin la tan perseguida chispa en ella, traducida primero en una fresca sonrisa y más tarde en otras acciones menos fugaces.

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