Voy a hablaros hoy de unos cuantos libros de los que tengo pendientes, pero cuya reseña por diversos motivos he ido postergando y como en su mayoría no son del estilo habitual en este blog (porque hay que leer de todo si es bueno), voy a reunir en esta entrada en reseñas condensadas.
Comencemos por Fluye el Sena, de Fred Vargas (pseudónimo de la francesa Frédérique Audoin-Rouzeau). Género negro sin ambiciones con singulares personajes en tres novelas cortas autoconclusivas muy entretenidas, que me han servido como introducción al pequeño universo del comisario Adamsberg, un policía cuyo método es no tener método, de los que echa a andar hacia un charco dando por sentado que sus pies lo esquivarán mientras él piensa en otras cosas. Muy probablemente repetiré con Vargas y Adamsberg, que no es poca medida de lo que me ha gustado.
Los detectives salvajes del chileno Roberto Bolaño es uno de esos imprescindibles de fin del siglo XX de la literatura hispanoamericana y por ello me he lanzado a él. Y mientras lo leía, a medida que párrafo por párrafo no podía sino reconocer la calidad de esta novela deudora de la Rayuela de Cortázar en temática, estilo y personajes (uno de los protagonistas, alter ego del autor), también casi párrafo por párrafo tenía ganas de acabarlo para pasar a otra lectura menos preciosista, y más escapista. Una pena, pues notaba como una gran novela se me escapaba entre los dedos. Me habrá pillado a pie cambiado, supongo.
En Al sur de la frontera, al oeste del sol, Haruki Murakami vence y convence, como no podía ser de otra manera, en una historia sobre sentimientos como la soledad, el amor, la melancolía, la impotencia o el deseo a medida que acompañamos a su protagonista en la deriva hacia su madurez. La prosa de Murakami, tan fantástica como su capacidad para transmitir sensaciones para otros imposibles de describir. La novela no está lejos del tono de su célebre Tokio blues, siendo superior a esta. Por ello no se acerca demasiado a esa especie de "surrealismo mágico" a lo Kafka en la orilla, donde en mi opinión el japonés alcanza sus más altas cotas.
Por último, La bruja de abril y otros cuentos es una buena y heterodoxa introducción de apenas cien páginas a la literatura de Ray Bradbury, uno de los habituales reseñados de aquí. Los dos primeros cuentos, La sabana (sobre una inquietante tecnología educativa o educación tecnológica) y El otro pie (alegato antixenofobo marciano) ya aparecían con otra traducción en la genial El hombre ilustrado. La sirena del faro, una buena historia más cercana al terror lovecraftiano.
La bruja de abril, por último, un relato fantástico y sentimental sencillamente excepcional. Se puede empezar un cuento mejor, pero no mucho mejor:
En nuestra manzana, de R. A. Lafferty – Miniespecial R. A. Lafferty I
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En nuestra manzana (In Our Block), de R. A. Lafferty, apareció en el número
de julio de 1965 de la revista Worlds of If, editada por Frederik Pohl, y
en 19...
Hace 1 día
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