Hace poco os comentaba que había presentado un cuento a un certamen de microrrelatos de selección por votación popular, de temática libre, pero en el que obligatoriamente había que emplear a algún escritor existente como personaje.
La verdad es que estoy un poco desencantado del sistema. Habitualmente los certámenes si son con jurado suelen dar los premios mayores a sus amigos, a los que tienen las relaciones sociales más afianzadas o a los que tienen mejor curriculum. Ojo, digo que es lo habitual, no siempre ocurre, afortunadamente. Pues ahora he descubierto que por votación popular es probable que en los primeros puestos se encuentren aquellos que hallan más grandes lagunas en el sistema informatizado de votos, entrando, dándose un diez (y un uno al resto), saliendo, volviendo a entrar, etc. No entiendo si no cómo de los bastante más de doscientos concursantes de este certamen, tan sólo un par superan el aprobado raspadísimo.
Aún con todo, creo que entre los 50 mejor clasificados, que serán seleccionados, hay unos cuantos relatos bastante buenos (no necesariamente los mejor ubicados), que se verán recompensados con la publicación. Espero que el resto de participantes no me de demasiados unos (demasiados más, quiero decir) y que mi relato también esté ahí.
Aquí os dejo algunos de los microrrelatos que me han gustado, sin orden ninguno. Entrad libremente, leedlos y votad si os place. Os aseguro que no conozco a ninguno de los autores.
Pero, primero mi cuento, puntuado con, vistas las cosas, un nada desdeñable tres:
El extraño despertar de Mary Shelley.
Un par sobre Saint-Exupéry y su principito:
Un protagonista caprichoso.
Combate aéreo.
Bukowski, en la forma de su alter ego Chinaski:
Hay mucho cabrón en los concursos literarios.
Poe y su más célebre poema:
1849.
Cervantes, Hemingway y Julio Verne:
Mi cuento.
Un par de sarcasmos sobre Conan Doyle y Sherlock, curiosamente con igual título:
Elemental.
Elemental.
Posible origen de Julio Verne:
El destino de Julio.
Cervantes y Shakespeare:
Esos locos lectores.
Más de Cervantes:
Otra vez, no.
Por supuesto, no he sido extensivo en mi selección, pero espero que sí representativo.
En nuestra manzana, de R. A. Lafferty – Miniespecial R. A. Lafferty I
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En nuestra manzana (In Our Block), de R. A. Lafferty, apareció en el número
de julio de 1965 de la revista Worlds of If, editada por Frederik Pohl, y
en 19...
Hace 1 día
2 comentarios:
El caso es que hace un rato me he pasado, y entre poner unos y poner más unos he leído algún cuento bueno que otro.
Pero es cierto, es un sistema atroz que se presta al caciquismo, a la trampa o, como ha sido en mi caso, al cachondeo nihilista. (Creo que a ti no te he puesto ningún uno, pero no podría jurarlo).
La verdad es que el cuerpo me pedía poner unos a los que muy probablemente me los habían puesto a mí, (esto... y con alguno lo habré hecho, no digo que no), pero después he decidido dar buena nota (ochos y más) a los cuentos que me gustaban.
Es una tontería que sólo por el hecho de que el sistema permita votar con el cuchillo entre los dientes tengas que hacerlo obligatoriamente. Hay buenos cuentos con un dos, y bastantes con un tres, que no deben pagar porque hayan malos con un cuatro.
Aún con todo, ¿qué hay de los certámenes con jurado? Me gustaría que trataras el tema con la anciana, cuentacuentos. Tienes un libro de hace unos años para el que fui seleccionado para publicación en el que hay otros (seleccionados y ganadores) que chirrían por su inclusión. Son pobres o sencillamente provocaciones de mal gusto.
Tú has sido jurado. ¿Qué tal la experiencia?
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