Hace unos dejaba como comentario a un microrrelato de mi amigo Andrés en su estupendo blog Los murmullos de la anciana las sencillas palabras Constituyen pandemia. Él me lanzaba el reto de escribir aquí un cuento hiperbreve que comenzara por esas dos palabras, una clásica actividad de taller literario. Él me lanza estos retos para "obligarme" a escribir, como si no me diera cuenta, pero como el caso es que me (nos) gusta escribir, pues no he hecho uno sino dos. Y animo a quien quiera que se sume y escriba su propio microrrelato Constituyen pandemia. Si tiene blog, que me lo comente en esta entrada directamente yo enlazaré su entrada en este post. Si no, que deje como comentario el texto directamente.
Mis dos microrrelatos, los primeros de la lista:
Cuestión de Anatomía.
Batalla Perdida.
Constituyen pandemia, de Damián Neri.
Perversa Pandemia, de Andrés Nortes.
59 horas, de Salvador/Suto (en comentarios de esta entrada).
¡Escribe tu propio Constituyen pandemia! Vamos, que son tres minutos (por decir).
En nuestra manzana, de R. A. Lafferty – Miniespecial R. A. Lafferty I
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En nuestra manzana (In Our Block), de R. A. Lafferty, apareció en el número
de julio de 1965 de la revista Worlds of If, editada por Frederik Pohl, y
en 19...
Hace 9 horas
7 comentarios:
"Constituyen pandemia: virus de clases 5 y 6", marca el diccionario de enfermedades que sostengo entre mis manos, mientras lo leo bajo la luz de las velas. Tras la ventana se ven los estragos de lo que el holocausto ha dejado. No me he atrevido a salir hacia la biblioteca más cercana, sería una estupidez, pues de algo advierten todos estos gritos que crecen a lo lejos para pronto apagarse.
Tengo blog pero quise escribirlo aquí. Lo he hecho en 3 minutos, o tal vez 4. Jaja, me resultó gracioso que haya escrito "No me he atrevido a salir hacia la biblioteca más cercana", pues supongo que la comida debería de tener una importancia más básica que los libros, aunque quizá el lugar donde estoy sea un almacén de comida por lo que no me debo de preocupar por eso. Es un ejercicio interesante. Ahora estoy en el taller literario de una amiga y hacemos ejercicios similares.
Saludoides!
Me ha gustado mucho "Cuestión de anatomía", es bello y también irónico; aunque a mí lo que me duele cuando sufro una tristeza profunda es la garganta, que se me hace polvo.
Ahí va la respuesta, la copio por si quieres enlazarla.
http://murmullosdelaanciana.blogspot.com/2011/10/constituyen-pandemia-iii-perversa.html
¡Yujú! Según estaba escribiendo un enlace, ha aparecido otro cuento! ¡Ja, ja, es una pandemia de cuentos!
PD. Damián, sube tu cuento a tu blog, si tienes (y si quieres, claro). Es un buen cuento. Y, si no, súbelo tú, Pedro, al tuyo (si quieres).
Bueno, me he animado a subirlo a mi blog. Les dejo el enlace http://sonatacuadratica.blogspot.com/2011/10/constituyen-pandemia.html
Por cierto, Pedro, de los dos tuyos también me gustó más "Cuestión de Anatomía". Y espero que esto sea una pandemia de cuentos, jaja.
Saludos!
Gracias a los dos por pandemizar. Ya estáis enlazados. :)
A mí también me gusta más "Cuestión de anatomía". Primero escribí el otro con escasa inspiración, y después, mientras hacía otra cosa, me vino ese concepto cardíaco-estomacal a la cabeza, muy adecuado para este minitaller.
"59 horas"
59 horas trabajando sin descanso. No deberíamos. Nunca más de 24 seguidas, siempre ha sido así... menos hoy. Ya hemos llenado el depósito 3 veces, llevo 5 redbules en el cuerpo y sigo conduciendo. Así es como se cometen errores, ¿en qué demonios están pensando? Mi compañera me mira, o más bien mira a través de mí, sin verme. Puedo notar el cansancio en sus ojos, vidriosos y brillantes. Unos ojos capaces de hipnotizar a cualquiera... menos hoy. Si de verdad te fijas, puedes atravesar sus iris, esquivando los giros que el reflejo intermitente de nuestras sirenas dibuja en ellos, y verás agotamiento, luego estrés, y si vas un poco más allá, justo donde la frontera con las pupilas distorsiona el color de la mirada... ahí es donde está el miedo.
Hemos perdido la cuenta de los avisos, y apuntamos los datos de los pacientes en cualquier trozo de papel. "Hombre de 30 años, mareos, vértigos, palidez, sudoración... mujer, 85 años, mareos, vértigos, cianosis... niña de 6 años, palidez, sudoración, agitación psicomotriz..." y así perdimos la cuenta. Las coincidencias en las patologías de tantos casos en tan poco tiempo son asombrosas, pero no existe ninguno de los signos que constituyen pandemia, y sin embargo... sin embargo... quiero evitar la mirada de mi compañera, quiero evitar poner la radio, quiero evitar llamar por teléfono, quiero evitar avisar al centro coordinador, solo siento el instinto de huir, y el miedo por todos a los que conozco… “¡ALFA 09 DE CPC!”-- la emisora cruje y rompe la sinapsis de mis pensamientos mientras mi compañera contesta – “¿Si CPC?” – “inviabilidad de usar Hospital de la Paz hasta nuevo aviso, trasladen a su paciente al Hospital del Sureste” – “CPC de ALFA 09, recibido…” - y mientras cruzo 3 carriles de la M30 para cambiar de sentido y poner dirección al amanecer que empieza a destacar entre las líneas de edificios, pienso que la noche va a ser muy larga…
(siento que "constituyen pandemia" no figure justo al principio, pero cuando me dí cuenta era ya demasiado tarde)
Buen cuento, Suto. Las reglas están para romperlas... para hacer algo grande, claro.
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