Como buen científico que soy, he construido el artefacto siguiendo rigurosamente las estrictas especificaciones del manual. Paradójicamente un libro basado en manuscritos creados hace cuarenta siglos explica como realizar tan compleja máquina, que con la tecnología de aquella época era imposible de crear. ¡Con la sofisticación actual y un extenso equipo humano hemos necesitado meses para desarrollarla! ¿Cómo podrían siquiera soñarlo los antiguos? ¿De dónde sacarían la inspiración, que parece de otro planeta? Y lo más intrigante ¿¿Para qué sirve el artefacto??
Sea como fuere esta incógnita pronto será despejada, y averiguaré si es una complicadísima caja de música… o una bomba que propiciará el armagedón, ja.
En fin, la conectaré y, si no ocurre ninguna catástrofe, después vendré y anotaré aquí los resultados.
Los seis signos de la luz
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La británica Susan Cooper es la más reciente Gran Maestra para la SFWA
(aunque previamente, en 2013, ya había cosechado el Premio Mundial de
Fantasía a tod...
Hace 6 horas
4 comentarios:
¿El montón de espacios (líneas en blanco) los pones para que quede bien la entrada en el blog o son cosa de este cuento?
Para que quede claro que no hay nada más, que ahí acaba el cuento, que no vuelve nadie a anotar nada.
Es que podrían representar el silencio después de las últimas palabras (¿catástrofe, nuevo renacer?). Yo lo interpreté así.
Es un cuento bie bueno, te felicito
Y no te equivocas, así es.
Gracias.
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