No cuelgues en el primer acto una escopeta cargada en la pared del escenario principal si no vas a dispararla en el desenlace. No hagas ganar a tu héroe su primer encuentro con el villano, ni pongas amenazas en boca de éste si no está dispuesto a realizarlas. No describas el callejón como oscuro, ni la espesura como repentinamente silenciosa si nadie se va a esconder en ellos. Pero sobre todo, nunca tengas miedo de saltarte los tópicos ni de reírte de ellos. Los tópicos no son vengativos: se regocijan cuando dejas a alguno de su comunidad en mal lugar, y con suerte hasta puede que te traten mejor si después recurres a ellos.
Arthur Mortimer, Teoría de la literatura para ancianos de cinco años.
Cuando la IA aprende a piratear...
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La semana pasada descubrí gracias a la *base de consulta de The Atlantic*,
con mezcla de estupor y resignación, que dos de mis novelas (*Hollow
Hallows*...
Hace 2 días
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