No puedo decir que me haya equivocado: es de lectura ágil aunque está muy bien redactado, es coherente consigo mismo, y a pesar de no ser muy extenso tiene una gran cantidad de personajes muy diferentes magníficamente descritos y desarrollados. Además el elemento fantástico está insertado con gran naturalidad y funciona con brío.
Por otro lado tampoco puedo decir que me haya convencido: se lee fácil, rápido, sí, pero no me he sentido enganchado por la novela excepto en algunos de sus pasajes, ya que no es precisamente del género de aventuras que casi por defecto asociamos a la fantasía, sino un retrato familiar, de unas costumbres, una época y sobre todo unas personas. Y aunque en este sentido es una obra excepcional, le falta quizá cierto dinamismo, aunque nunca llegue a aburrir. Mención especial al bombardeo de Coventry, quizá el momento de mayor brillantez de la novela. Además, para ser una ganadora del WFA, “tiene poca fantasía”, o más bien no está desarrollada hasta alcanzar las cotas a las que se intuye podría haber llegado.
Por último, como buen coleccionista de citas que soy, un par que he cogido de la obra, incluyendo la que le da título.
"No era difícil romper a un hombre. Sólo tenías que elegir el momento en que estaba cansado y no parar, y zumbar e insistir y aguijonear y regañar y picar y llorar hasta que sólo podía hacer dos cosas: marcharse o quedarse y dejarse romper. Los que se quedaban en aquellas circunstancias quedaban reducidos a cáscaras de hombre o a humeantes montones de rabia que preferían apretar los dientes y lanzar miradas de odio a sus mujeres antes que volver a hablar y empezar la batalla."
"Todas las cosas existen en estado potencial y el potencial sólo puede convertirse en hecho si uno coge con fuerza las riendas de los hechos de la vida y los obliga a discurrir por una ruta deseable"
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