La cuestión es que dicho artículo trata acerca de la importancia que han tenido las precuelas de Star Wars, y creo que una vez lo leáis no podréis negarlo, por mucho que las odiéis, pues son realmente memorables.
Sin más, os dejo con ello:
Durante los últimos días, semanas, meses y años hemos venido presenciando tres espectáculos consecutivos de esperanza, ilusiones, efectos especiales, defectos espaciales y desilusiones, uno detrás de otro, con los estrenos de las precuelas de la saga galáctica. Como algunos sabéis, no he sido yo precisamente el menos crítico con la sucesión de objetivas mediocridades que hemos tenido que presenciar a este respecto. Que si contradice a la saga original, que si George Lucas es un pésimo director de actores, que si los diálogos de toda la trilogía son infantiles y pasan por mucho la línea de lo ridículo… todo esto es rigurosamente cierto. Sin embargo, no es mi deseo en
estas líneas el profundizar sobre los incontables errores de los episodios I, II y III, sino justo lo contrario. Los errores son grandes porque la saga es grande, y por ello los aciertos son de esta misma magnitud, y no voy a ser yo el que diga que estas precuelas jamás deberían haber existido, puesto que una vez acabadas, y tras un poco de reflexión, puedo afirmar que me han deparado muchas más satisfacciones que pesares.
Pensad en Qui-Gon Jinn y en Jar Jar Binks. El orejudo es lamentable y patético, pero me da igual porque junto a él aparece Liam Neeson empuñando su sable láser y dando consignas jedis. Lo malo lo olvidamos, o sencillamente no pensamos en ello, incluso es divertido criticarlo juntos, reírnos de ello. Lo bueno, como Qui-Gon es memorable. Literalmente. Se queda grabado en nuestra memoria y perdura. Y hay películas mucho mejores desde puntos de vista cinematográficamente objetivos que cualquiera de estas tres, pero que vamos a olvidar pasados unos meses. Sin embargo no ocurrirá lo mismo con el duelo de destinos de Qui-Gon con Darth Maul, mientras Obi-Wan espera impaciente, pero manteniendo la compostura de jedi, es algo memorable.
Memorable Obi-Wan en toda la trilogía, como alumno un poco sosillo, pero transformándose en maestro esforzado, estupendo personaje del episodio II y profundizando en su implicación emocional con Anakin en el III (además, Ewan McGregror me cae especialmente bien). Memorable el conde Dooku, de aparente gran sensatez en el II, y su duelo con Yoda, nos guste o no (a mí me encanta) es también memorable. O Palpatine antes de salir del armario tenebroso, o mientras lo hacía luchando con Mace Windu. O la lucha de Obi-Wan con Grievous. O Anakin a punto de expirar asfixiado y mutilado, y poco después, cuando aparece el Vader que todos conocíamos. Geniales muchas luchas con sable láser, así como muchos combates espaciales, o incluso ciertos momentos de las películas de animación del siempre genial
Tartakovsky.
El inicio del episodio III impresiona. Y la riqueza de criaturas, de planetas y ciudades, de sonidos, como el de los vehículos en la carrera en la que Anakin gana su libertad… tantas cosas imposibles de olvidar.
Seguro que compartís varios de mis “memorables”, pero a poco que busquéis seguro que encontráis los vuestros.
Por otro lado están las cuestiones personales. La expectación levantada en mucha gente por estas películas ha sido tan grande que han pasado más tiempo pensando en ellas o comentándolas del que van a pasar con ninguna otra, y aunque se sientan parcialmente decepcionados, seguro que pueden buscar muchos motivos, del estilo de los de los párrafos anteriores, por los que ha merecido enormemente la pena.
También quería decir que una vez aceptada, la trilogía precuelística tiene entidad propia, cuenta una historia de dimensiones gigantescas, no es sólo un pretexto para enlazar con los films clásicos (aunque el episodio III se encarga de que el enlace sea claro), sino que tiene vida propia, y yo particularmente, una vez que he aceptado esto, cuando durante los últimos días he revisitado la saga, he descubierto para mi sorpresa que gracias a las precuelas he tenido la extraña sensación de volver a ver las antiguas por primera vez, desde una óptica algo diferente, sabiendo ahora todo lo que se de los personajes que componen este puzzle, y eso me ha hecho disfrutarla si cabe más.
Lo cierto es que no me siento precisamente entusiasmado, pero si que cada día que pasa, teniendo en cuenta que el círculo ya está cerrado, voy teniendo mejor sabor de boca, y se que las próximas veces que las vea (cualesquiera), muy probablemente me gustarán aún más, a pesar de los pesares, pero desde luego para mi disfrute.
estas líneas el profundizar sobre los incontables errores de los episodios I, II y III, sino justo lo contrario. Los errores son grandes porque la saga es grande, y por ello los aciertos son de esta misma magnitud, y no voy a ser yo el que diga que estas precuelas jamás deberían haber existido, puesto que una vez acabadas, y tras un poco de reflexión, puedo afirmar que me han deparado muchas más satisfacciones que pesares.
Pensad en Qui-Gon Jinn y en Jar Jar Binks. El orejudo es lamentable y patético, pero me da igual porque junto a él aparece Liam Neeson empuñando su sable láser y dando consignas jedis. Lo malo lo olvidamos, o sencillamente no pensamos en ello, incluso es divertido criticarlo juntos, reírnos de ello. Lo bueno, como Qui-Gon es memorable. Literalmente. Se queda grabado en nuestra memoria y perdura. Y hay películas mucho mejores desde puntos de vista cinematográficamente objetivos que cualquiera de estas tres, pero que vamos a olvidar pasados unos meses. Sin embargo no ocurrirá lo mismo con el duelo de destinos de Qui-Gon con Darth Maul, mientras Obi-Wan espera impaciente, pero manteniendo la compostura de jedi, es algo memorable.
Memorable Obi-Wan en toda la trilogía, como alumno un poco sosillo, pero transformándose en maestro esforzado, estupendo personaje del episodio II y profundizando en su implicación emocional con Anakin en el III (además, Ewan McGregror me cae especialmente bien). Memorable el conde Dooku, de aparente gran sensatez en el II, y su duelo con Yoda, nos guste o no (a mí me encanta) es también memorable. O Palpatine antes de salir del armario tenebroso, o mientras lo hacía luchando con Mace Windu. O la lucha de Obi-Wan con Grievous. O Anakin a punto de expirar asfixiado y mutilado, y poco después, cuando aparece el Vader que todos conocíamos. Geniales muchas luchas con sable láser, así como muchos combates espaciales, o incluso ciertos momentos de las películas de animación del siempre genial
Tartakovsky.
El inicio del episodio III impresiona. Y la riqueza de criaturas, de planetas y ciudades, de sonidos, como el de los vehículos en la carrera en la que Anakin gana su libertad… tantas cosas imposibles de olvidar.
Seguro que compartís varios de mis “memorables”, pero a poco que busquéis seguro que encontráis los vuestros.
Por otro lado están las cuestiones personales. La expectación levantada en mucha gente por estas películas ha sido tan grande que han pasado más tiempo pensando en ellas o comentándolas del que van a pasar con ninguna otra, y aunque se sientan parcialmente decepcionados, seguro que pueden buscar muchos motivos, del estilo de los de los párrafos anteriores, por los que ha merecido enormemente la pena.
También quería decir que una vez aceptada, la trilogía precuelística tiene entidad propia, cuenta una historia de dimensiones gigantescas, no es sólo un pretexto para enlazar con los films clásicos (aunque el episodio III se encarga de que el enlace sea claro), sino que tiene vida propia, y yo particularmente, una vez que he aceptado esto, cuando durante los últimos días he revisitado la saga, he descubierto para mi sorpresa que gracias a las precuelas he tenido la extraña sensación de volver a ver las antiguas por primera vez, desde una óptica algo diferente, sabiendo ahora todo lo que se de los personajes que componen este puzzle, y eso me ha hecho disfrutarla si cabe más.
Lo cierto es que no me siento precisamente entusiasmado, pero si que cada día que pasa, teniendo en cuenta que el círculo ya está cerrado, voy teniendo mejor sabor de boca, y se que las próximas veces que las vea (cualesquiera), muy probablemente me gustarán aún más, a pesar de los pesares, pero desde luego para mi disfrute.
(c) Cree lo que quieras
8 comentarios:
Recuerdo este artículo perfectamente dado que se supone que iba a formar un careo con uno que escribí yo justo en el sentido contrario(respecto a las 3 primeras entregas de la saga, ultimas en estrenar)....jeje.
Algo en lo que estamos tan en desacuerdo como, qué se yo.....enjuiciando a "La joven del agua"...jajaja!!!
Saludos y enhorabuena por el blog
Tú y yo, siempre tan de acuerdo en todo, jeje.
1abrazo, amigo.
Es estupendo que hayas elegido de imagen para esta entrada a ese penoso personaje que es Grievous, que ejemplariza todo lo que tienen de malo las precuelas de Star Wars. Horriblemente planeado, concebido solo como una oportunidad de marketing y totalmente desaprovechado. Como las precuelas, vaya... Gus
Para Gus Grievous NO es memorable, vaya.
Aunque le concedo parte de la razón, pues a mí este personaje me gusta mucho más por lo que muestra en Las Guerras Clon (la serie de animación), que por lo que hace en el Episodio III.
Ey..eso es lo que yo digo siempre de Grievous!!!!
Pedro , estamos de acuerdo en algo!!!!
La saga de la Guerra de las Galaxias pertenece a un selecto grupo de películas que reúnen las siguientes cualidades:
1.- Te lo pasas pipa mientras las ves
2.- Estás deseando que salga la siguiente
3.- Cuando acaba la saga, te preguntas ¿y ahora qué?
4.- Antes o después sientes unas ganas irreprimibles de volver a verlas y te compras el pack.
O no?
Después están los puristas que convierten la anécdota en categoría. En unas doce horas de película, ¿quién evitaría tener doce minutos malos? Siempre hay que mirar con perspectiva
Al final tendré que usar la palabra que por alguna razón que yo mismo ignoro, siempre me resisto a pronunciar: Decepción
Está claro que hay cosas positivas que se pueden destacar de los 3 episodios, (yo me quedo con Qi-gon yin, las peleas de sables de Dart Maul, la carrera de vainas y la música de John williams), pero la sensación general, sinceramente, es MALA.
y es que, partiendo de un mundo tan interesante, aún me asombra como puede decaer tanto el interés según avanzas en la historia. Dudo mucho que el señor Lucas tuviera escritas más de 5 páginas por más que mantenga que ya lo tenía todo pensado. en realidad podría pasar muchísimo más tiempo compartiendo con vosotros lo que no me gusta de estas peliculas, pero tampoco os quiero aburrir, solo diré una palabra:
Milicrodianos
PD: la mujer del agua, a mi parecer, es aún peor que los 3 episodios juntos y revueltos.
PPD: Sé que no soy la persona con mejor criterio para hablar d estas cosas (sobre todo sabiendo para que tipo de ocasiones me elegís siempre a la hora de ir al cine, jajaja!) pero en serio, en lugar de estas 4 películas, deberíais ver APOCALIPTO, aunque la haya hecho Mel Gibson malditos!
Por tanto, Jesús, estás de acuerdo conmigo y además aportas tus propios memorables, jeje.
Por cierto, que vi Apocalypto hace años y me gustó. Mel Gibson es un director como la copa de un pino.
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