No es La voz de las espadas de Joe Abercrombie, una novela normal de fantasía heroica, o quizá sí. No es normal en el sentido de que no es una historia trepidante y llena de aventuras convencionales, con buenos buenísimos y malos malísimos pugnando por salvar y condenar el mundo respectivamente. Pero reconozcámoslo, el mundo ha cambiado, lo siento en el agua, lo siento en la tierra y en el aire, pero sobre todo lo he notado en mis lecturas de los últimos años, en las que los buenos no son de color blanco ni los malos de color negro, si un personaje obra bien puede morir por ello, o desencadenar una terrible cadena de consecuencias. Podemos conocer a alguien como malvado e incluso repulsivo y después enamorarnos de ese carácter y esa debilidad. Un demonio puede ser bondadoso y un ángel, un verdadero exterminador sin piedad. Bajo la óptica de este cambio experimentado en las formas del género, La voz de las espadas si es una novela normal, hija de este momento.
Dicho lo dicho es inevitable llegar al momento de las referencias que acabo de sugerir. No, no tiene Abercrombie la increíble y folletinesca capacidad de enganchar de Canción de Hielo y Fuego. Tampoco el talento nato en la narración ni el crudo sentido del humor de Geralt de Rivia. Ni sus textos están tan exquisitamente cuidados, repasados casi hasta la perfección formal de El nombre del viento. Pero lo cierto es que la novela es considerablemente adictiva. Y está bien escrita, y con buenas dosis de humor negro. Y también está cuidada. Así, aunque no está a la altura de George R. R. Martin, Andrzej Sapkowski, ni Patrick Rothfuss, tiene detalles que me recuerdan a los tres, sin llegar a imitar el estilo de ninguno de ellos. Y esto en sí es más que suficiente para darle mi voto de confianza a esta saga, con ciertas reservas que ahora comentaré.
No puedo evitar la sensación de que la historia podía haberse contado en 200 páginas menos (de las 750 en que se extiende), a pesar de que respeto nunca me ha molestado que se escoja una cadencia narrativa lenta y se mantenga a lo largo de una obra. Lo malo es que no acaba de arrancar la que será la historia central de la saga de tres novelas, a pesar de los varios amagos realizados. A veces da la impresión de que aquí sólo estamos con la presentación de los personajes. Todo ello repercute negativamente en sostener el ritmo al mismo nivel a lo largo de toda su extensión. Sin embargo este síntoma, pese a su innegable existencia, no marca la lectura de la obra decididamente, sino que tan solo es un pero a la misma. Creo, en cualquier caso que Abercrombie podrá solucionar este problema más adelante, pues esta es su opera prima y en mi opinión, la experiencia le ayudará a hacerlo. El otro sería el que algunos hechos y personajes puntuales recuerdan a los de otras obras, o al menos a mi me han hecho pensar en ellos más allá del homenaje, precisamente a alguno de las anteriormente citadas, pero no los mencionaré precisamente para no mediatizar vuestra lectura.
Ya he dicho las pegas, ahora hablaré de las virtudes, sin duda muy superiores. La historia es interesante, desde múltiples puntos de vista complementarios alternados sucesivamente (no sabría decir ahora a qué me suena esto), y es muy gratificante que ninguno de ellos cojee. No peca en especial de caer en los habituales tópicos clásicos del género y realiza más descripciones de las habituales, y de no poca calidad, que también es de agradecer. Lo mejor, de largo, es la caracterización de los personajes muy lograda. Atrapan al lector y están magníficamente construidos.
Los tres personajes principales son Logen Nuevededos, brutal norteño, aparentemente simplón al que se le da estupendamente matar, aunque no le guste, es con quien el lector logra mayor empatía, de largo, y es que a pesar de lo mencionado es el más normal. Jezal dan Lothar, un joven noble arrogante aprendiz de espadachín, merecedor de una buena cura de humildad. A veces demasiado soberbio, pero que experimentará bastante evolución a lo largo de la novela. Y por supuesto el favorito de la afición, Sand dan Glotka, el Inquisidor, hace años el espejo en que todos se miraban, en la actualidad un desgraciado tullido. Abercrombie se recrea en Glotka, reservándole los mejores momentos, y lo convierte en un personaje en verdad atractivo. También un buen elenco de secundarios muy bien creados entre los que destacan el buen comandante West, su sensual hermana Ardee, el divertido y peligroso primer mago Bayaz y la andrógina Ferro.
Y en torno a todos los anteriores, conspiraciones, intrigas palaciegas, guerras en ciernes y seductoras historias que se van desenterrando poco a poco.
Es por lo tanto, un gran comienzo. No perfecto, pero sí satisfactorio y lo sobradamente bueno como para continuar con Antes de que los cuelguen, la segunda parte de esta trilogía de La primera ley. Y que sobre todo me hace pensar que si Joe Abercrombie pule algunos defectos puede llegar a conformar una gran obra, y sobre todo a convertirse a sí mismo en un escritor de primerísima línea en esto de contar aventuras de gente que empuñe espadas y lance conjuros.
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En nuestra manzana (In Our Block), de R. A. Lafferty, apareció en el número
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Hace 1 día
5 comentarios:
Totalmente de acuerdo en todos los aspectos que comentas de la novela. Y no tardaré mucho en echarle el guante a la segunda.
Pues fíjate que estoy de acuerdo en prácticamente todo lo que has dicho sobre la novela. La única discrepancia quizá sea el que a mi por lo menos me han enganchado tanto como puedan haberlo hecho los libros de Sapkowski o Martin. Está claro que al ser una primera novela algún detalle menor debe de tener, pero salvando esa distancia, creo que se puede codear con los grandes sin ningún problema.
También noté eso que comentas de las doscientas páginas menos. Noté un bajón considerable ya casi al final, dando la impresión de que le sobraba algo. Es como si tanta tensión y misterio se agolpara al final para no revelarnos nada importante, porque los misterios de la magia y la trama de verdad siguen ahí, estoy esperando a leer la segunda parte a ver qué dicen. xDD
En cualquier caso, personajes, el humor negro, lo tópico pero antitópico... me parece una fantasía excelente, aunque una enorme parte del libro no parezca fantasía como tal. Porque los nombres sin inventados, pero podría haber sido otro género perfectamente.
Como tú bien dices, una presentación de personajes, al menos el ochenta por ciento del libro.
Pues sí, es una novela muy buena, y aún con los problemillas comentados, no tengo dudas: voy a leer toda la saga y estar pendiente del autor.
Aún así creo que está un escalón por debajo, como opera prima de El nombre del viento, por hablar de otra reciente y del mismo género.
La del Nombre del viento la tengo pendiente. Pero ya he oído hablar a mas gente de ella, y creo que me acabas de decidir para que me la lea.
Pues me alegra que así sea, ya me contarás si te ha gustado.
Aquí puedes encontrar mi opinión, por supuesto libre de spoilers:
http://creeloquequieras.blogspot.com/2009/12/patrick-rothfuss-el-nombre-del-viento.html
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