Cuando llegaron quedó manifiesto que la diferencia tecnológica era abismal, con lo que todos los líderes mundiales escucharon a filósofos, científicos y pensadores en su sugerencia de solucionar cualquier posible conflicto mediante la vía diplomática.
Pronto se supo lo que querían, y no era otra cosa que algunos de los recursos naturales del planeta. Comenzaron a extraerlos con el permiso de todo el mundo, aunque no lo necesitaran. Mientras se llevaban grafito, carbones, petróleos, gas natural y otros derivados del carbono se asentaron a sus anchas, y muy bien albergados. Tanto que cuando siguieron con el proceso que habían puesto en marcha y pasaron a recolectar las formas de vida basadas en el carbono, tampoco se pararon, aunque eso sí, se les pidió muy educadamente.
The demon in the mirror
-
Andrew J. Offutt, un autor, fallecido en 2013, fue conocido sobre todo por
su espada y brujería, en la línea de (y a menudo como homenaje directo a)
Robert...
Hace 16 horas
1 comentario:
¡Muy sutil el paso al "clic" del cuento! ¡Me ha gustado!
Publicar un comentario